"Creciendo". Ese el nombre de la primera escultura en bronce realizada por el artista José Antonio Pérez que ayer se inauguró en la población asturiana de Villaviciosa en un acto en el que los niños tuvieron gran protagonismo.

Un grupo de menores ataviados la túnica de Jesús Nazareno precedió a los asistentes a los actos con motivo de los 350 años de esta cofradía y de la inauguración del Museo de Semana Santa, una de las más importantes de la cornisa cantábrica, desde la iglesia donde está radica la hermandad hasta el punto donde se ha ubicado la obra artística.

Una pequeña cofrade y el hermano más mayor fueron los encargados de destapar la pieza donde el zamorano ha plasmado a un niño "como símbolo del presente y el futuro de la Cofradía de Jesús Nazareno", hermandad que le encargó la pieza conmemorativa de su efeméride. A mayores "Creciendo" refleja "la puesta en marcha del Museo de Semana Santa en el municipio", en cuyas inmediaciones se ha situado, el "avance profesional" del creador al tratarse de su primera obra urbana.

El bronce, que ha tenido una excelente acogida en el pueblo, representa un menor de unos 12 años de una altura de 146 centímetros, ligeramente estilizado hasta los 150 para que "no se pierda en el entorno", con el hábito de la cofradía y entre sus manos porta un estandarte, tal y como desfilan los niños en Villaviciosa, donde se puede leer la leyenda "Villaviciosa a su Semana Santa. 350 aniversario de la Cofradía de Jesús Nazareno".

Antes de que "Creciendo" se materializara en bronce, el escultor realizó una maqueta a la mitad de su tamaño y posteriormente lo modeló en escayola "lo que me facilitó en gran medida su traslado hasta la fundición", explica el autor que ha querido también hacer un guiño al pasado. "Se trataba de hablar del presente y del futuro, pero quería también refleja de alguna manera el pasado", describe José Antonio Pérez, quien, tras barruntar varias ideas durante varias semanas, se inclinó "por lo más sencillo", máxima que refleja en sus trabajos. Y es que el creador apostó por una mirada hacia atrás. "El niño no mira hacia adelanta, sino que gira su cabeza y sus ojos como queriendo recordar a los antepasados que estuvieron antes". Además, el artesano, que ha supervisado todo el proceso de fundición en una firma del Principado, ha mimado "la expresión de la cara. Quería que no se pareciera a ningún niño en concreto, que fuera un poco idealizado".

La escultura luce sobre un pedestal de hormigón diseñado también por el zamorano en dos alturas. "La cofradía deseaba que fuera un lugar de referencia en la villa para hacerse fotografías de manera que los adultos se sitúen en el nivel más bajo y los niños en el más alto para tratar que las alturas de las cabezas queden igualadas", puntualiza.

En la primera escultura Pérez enlaza con su vertiente de tallista por la temática, la Semana Santa, y por haber resuelto varios encargos para la cofradía de Jesús Nazareno de Villaviciosa que nuevamente ha confiado en él. No obstante, José Antonio Pérez confiesa: "Tengo la sensación de que, en talla en madera, no sé si seré capaz de mejorar lo que hecho hasta ahora por lo que, sin abandonar la madera, profundizaré en trabajos más relacionados con la escultura donde tengo mucho camino por recorrer".