La ruta Pinilla-Morales del Vino parece ser una de las preferidas por los amigos de lo ajeno y si hace dos semanas eran tres los establecimientos del barrio zamorano y dos del vecino pueblo los que sufrían la acción de los ladrones la pasada madrugada del domingo al lunes pasaba lo propio con dos bares, uno en cada punto geográfico.

En el barrio de Pinilla, los ladrones esperaron a que los dueños del bar El Patrón se dispusieran a cerrar para penetrar en el establecimiento y llevarse la recaudación del día. En ese momento estaba dentro el dueño del bar. Los tres individuos encapuchados que se introdujeron en su interior lo sacaron de la barra y tras un forcejeo, en el que el hostelero acabó con heridas en un brazo y en la tripa causadas por un cuchillo (afortunadamente de poca importancia), sacaron una pistola, lo que definitivamente acabó por minar la resistencia de la víctima. "Me conocían porque me llamaron por mi nombre", dice el hostelero, quien confiesa que pasó mucho miedo durante el asalto. Eran sobre las dos menos veinte de la noche y el golpe fue rápido, para llevarse dinero en efectivo.

La víctima recordaba aún la experiencia "en estado de shock" durante la jornada de ayer.

La Policía Nacional estuvo en el establecimiento recogiendo pruebas con el fin de poder determinar en un futuro la autoría de los hechos.

Poco después, hacia las tres menos cuarto de la madrugada, los ladrones entraban en un bar de la calle de La Solana, en Morales del Vino. En esta ocasión esperaran que el dueño se fuera, después de cerrar hacia las dos y media de la madrugada, para practicar un agujero en la luna, penetrar en el establecimiento y literalmente desvalijar las máquinas tragaperras y llevarse la recaudación que contenían.

El joven dueño del establecimiento de Morales, Maikel´s se mostraba sumamente disgustado por el robo, el segundo que sufre en cuestión de 15 días, el anterior con prácticamente el mismo modus operandi. Fue una vecina a la que alertó al dueño al oír ruidos, pero la acción fue rápida y no se pudo detener a los autores. Se sabe que eran cuatro personas, una esperaba en el coche mientras tres encapuchados entraban en el establecimiento. Una hipótesis verosímil es que la banda que atracó en Pinilla y la que lo hizo en Morales del Vino esté compuesta por los mismos individuos.