La lluvia azotó con fuerza en la avenida de las Tres Cruces, pero no fue la verdadera culpable de que muchos de los puestos de ajos que jalonaban la céntrica calles estuvieran vacíos. El agua solo retrasó en casi media hora la clausura de la Feria del Ajo, prevista para la una de la tarde. La buena marcha de las ventas fue lo que realmente arrasó con los montones de ajos, 800.000 kilos, llegados desde diferentes puntos de la provincia y que desde la tarde del viernes volaban de los puestos, los más gordos, a seis euros; y los más pequeños, a cinco euros.

El mal tiempo no achantó a los agricultores que lucían con orgullo el resultado del cuidado de sus cultivos, que han dado mejor producto del que se esperaba tras las intensas lluvias, "el sol no calentó en mayo", explicaba Miguel Alonso García, ganador del primer premio al "Mejor montón", con 1.100 "hilos", de los 366 puestos que conformaban la Feria. El galardón valora "la calidad del ajo", que peligró hasta bien avanzada la primavera y remontó gracias a los calores de los últimos días, agrega este agricultor de Fuentespreadas que lleva 40 años acudiendo a la cita de las fiestas de San Pedro.

"Este año no han tirado mucho", coincidía en subrayar otro joven productor de Jambrina, con siete años de experiencia en el sector, quien se alzó con el segundo premio a la "Mejor ristra", Jesús García de Anta, de 27 años, "los ajos han sido buenos, pero no lo suficiente, si veinte días antes hubiera calentado, serían mejores". De nuevo, las lluvias, las plantas "no han tirado mucho" a consecuencia del agua. Aún así el joven ha logrado una buena cosecha de entra la que ha elegido "con mimo los ajos, con los dientes bien marcados, bien trenzadas las cabezas, no bailan" para que el "hilo", la ristra, presentado lograra el segundo puesto.

Con las ventas en cifras muy similares a las de otros años, la tarde de San Pedro fue la mejor, "hemos vendido casi todo, el ajo bueno se vende enseguida", añade el joven emprendedor. De hecho, la ganadora del primer premio a la "Mejor ristra", Inés Marcos Marcos, también de Jambrina, había abandonado el recinto ferial antes de las dos de la tarde, de modo que no fue posible entrevistarle.

Aunque "el tiempo no ha acompañado, la Feria ha ido bien, ha sido buena, como el año pasado", indicaba la familia de José Luis Manso Martín, de Villabuena del Puente, que se alzó con el segundo premio al "Mejor montón". Cultivador de ajos desde hace 50 años, no ha faltado un año a la convocatoria, organizada por Caja Rural desde sus inicios. La distinción fue recibida con ilusión por los Manso Martín, reconocimiento al esfuerzo, "el montón y los ajos eran muy bueno", argumentan. El secreto no es otro que el mimo a un producto agradecido, "sembrar en tierra en condiciones y tratarlos muy bien, porque son muy delicados". El tamaño de las cabezas y "lo bien conservadas que están" han sido otras cualidades que han ayudado.

No solo los zamoranos han hecho acopio de sus ristras -muchos para tener hasta el próximo San Pedro-, los turistas, asombrados ante las montoneras del producto estrella durante las fiestas, hacían lo propio. Alguno inmortalizó el hallazgo de tan singular Feria, situada en una de las principales arterias de la capital para asombro de los foráneos. En el aire queda tan solo alguna queja de los más pequeños, que echan en falta recibir alguno de los primeros premios. El balance no puede ser sino positivo, "muchos productores ya se han ido a casa", apuntaba a las 13.30 horas de ayer Cipriano García, lo que indicaba lo "mucho" que se ha vendido y la gran afluencia de público que sigue atrayendo la Feria que patrocina Caja Rural. Aunque la clausura, a la que acudieron el alcalde de Zamora Francisco Guarido, y la teniente alcalde, Laura Rivera, fue ayer, los agricultores pueden permanecer hasta la noche de hoy en los puestos. Los 182 productores, distribuidos en 366 puestos, han logrado su objetivo un año más.