Las monedas con las que Vicente Fernández pagó a sus supuestos compinches, "eran de los años 1700 o 1800 y valían mucho más, aunque nosotros las vendimos al precio de su valor en oro", relataron David y José Antonio, quienes en una grabación telefónica interceptada por la Guardia Civil se referían a Vicente Fernández como "el lechazo" que tenía ya "preparada la documentación". Una grabación en la que parece que se oye la voz de Vicente Fernández, aunque según uno de los guardias civiles que testificaron "no pudo ser cotejada" ya que era muy corta y se necesitan al menos diez segundos. Sin embargo, el guardia civil encargado de coordinar la investigación aseguró que la hipótesis principal de trabajo siempre fue que el robo de Guarrate tenía toda la pinta de haber sido un encargo de una tercera persona. "Parece que alguien les dio datos de dónde estaba el dinero dentro de la casa y ellos van y cobran de alguna manera. No era un golpe al azar. Cuando alguien entra a un domicilio y ve al dueño dentro lo normal es que intente huir. Eso no pasó". La acusación también incidió en este punto, ya que es muy raro que unos delincuentes que nunca habían estado en Guarrate de repente realizaran una vigilancia del domicilio de Benita y le interrogaran directamente por una caja fuerte. Mientras los abogados defensores de los autores materiales del hecho se conformaron con las penas solicitadas, rebajadas, el de Vicente Fernández pidió la libre absolución de su patrocinado: "Él es la primera víctima de este caso".