El cambio de inquilino en el Palacio de la Moncloa no debe afectar a las reivindicaciones que los zamoranos mantienen para la provincia. La era Rajoy ha sido fructífera en materia de infraestructuras, pero aún hay trabajo por hacer. El expresidente llegó a Zamora en el tren de alta velocidad en enero de 2016 y antes de irse anunció que el AVE visitará Sanabria en este mismo 2018. La mayor parte de la inversión gubernamental para la provincia en los últimos años ha ido a parar al trazado ferroviario y la conclusión de la línea debe ser una prioridad en la agenda del nuevo ministro José Luis Ábalos. En el año 2015, además, se abría el esperado tramo de la A-66 entre Benavente y Zamora para unir por autovía toda la Vía de la Plata. Una obra, aquella, que se demoraba desde el año 1990. Pero la buena situación que los populares dejan en materia de infraestructuras no debe ser óbice para señalar lo que todavía queda pendiente. Estos son los deberes que Zamora pone al nuevo presidente Pedro Sánchez.

La sangría demográfica es el talón de Aquiles de todos los gobiernos que hasta ahora han ostentado el poder. La provincia de Zamora languidece y necesita de políticas que supongan un plan de choque para crear empleo y fijar población. El Partido Popular organizó hace apenas dos meses un congreso en la capital para abordar el asunto y allí se prometieron medidas como la creación de un fondo de cien millones para el mundo rural o el incremento de la "tarifa plana" de autónomos en los pueblos más pequeños. La cita fue duramente criticada por los socialistas, que ahora tendrán la oportunidad de abordar esta problemática desde la Moncloa.

Los grandes ayuntamientos de la provincia -como son Benavente, Toro y la capital- están en manos de la izquierda y con protagonismo del PSOE. Todos ellos han denunciado la "asfixia" a la que, aseguran, se ven sometidos por la denominada Ley Montoro. Los municipios quieren contratar, quieren gastar si pueden hacerlo y quieren abandonar la tutela del Estado en el caso de que ya hayan cumplido con los deberes impuestos. El PSOE puede ahora realizar estas concesiones desde el Gobierno.

La autovía A-66 entre Benavente y León es una quimera para los conductores. No es extraño, pese a lo desaconsejable de la maniobra, ver hileras de vehículos circulando por el carril de la izquierda en este tramo, puesto que el espacio derecho es una sucesión de baches, saltos y firme en mal estado. El mantenimiento de esta carretera ha de llegar cuanto antes. Y el PSOE lo sabe. La diputada Mar Rominguera, de hecho, ha sacado a relucir este asunto varias veces en el Congreso mediante el registro de iniciativas exigiendo al anterior Gobierno el "acondicionamiento, mantenimiento y reparación" de la vía con carácter de urgencia. En Benavente se ha denunciado por activa y por pasiva, alegando incluso que los populares "marginaban" a la comarca. Ábalos tiene ahora la oportunidad de enmendar la situación.

El eterno proyecto en materia de infraestructuras ha de colarse también entre las prioridades del nuevo ministro de Fomento para la provincia de Zamora. La unión de España y Portugal a través de la A-11 es una obra que ha devorado ya cuatro presidentes del Gobierno. Sus inicios datan del año 2003, precisamente el mismo año en que se puso en funcionamiento el tramo Benavente-León de la A-66. El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció una próxima visita a la provincia de Zamora para desvelar detalles sobre este asunto. Él no acudirá a la cita, pero es de esperar que alguien lo haga en su lugar y este proyecto no se quede en el cajón por más años.

La vasta riqueza patrimonial de Zamora necesita reparaciones. Solo en la capital planean ya las rehabilitaciones del Puente de Piedra y el Mercado de Abastos, para lo cual se requiere de financiación estatal como así se ha reclamado desde la Casa de las Panaderas en reiteradas ocasiones. Lo cierto es que la ciudad de Zamora no consigue dar con la fórmula para acceder a los fondos del 1,5% cultural, algo imprescindible para poder abordar estas obras. También debe atender el nuevo Gobierno a las reparaciones en la muralla toda vez se consiga liberal. Son de su propiedad y debe velar porque se mantengan de la mejor manera posible.