Los magistrados y jueces de Zamora secundarán en su mayoría la huelga general para reivindicar mejoras en sus condiciones de trabajo, además de la independencia de la Administración de Justicia respecto del poder político, visiblemente molestos en estos días por las declaraciones del ministro, Rafael Catalá, a cuya petición de dimisión por parte de todas las asociaciones de jueces se suman, explica el juez decano de Zamora, Manuel García Sanz.

Esa será la tercera huelga general que tenga lugar en Zamora y el resto del país de la historia de la Administración de Justicia, a la que han precedido paró de una hora, el último celebrado ayer mismo, que comenzó con una concentración a las puertas del Palacio de Los Momos, sede de la Audiencia Provincial.

Los fiscales

Junto a los jueces, los fiscales se concentraron también para exigir medidas que permiten agilizar su trabajo, tras las dificultades que está provocado la digitalización de su trabajo sin programas informáticos adecuados.

Los juicios que se estaban celebrando ayer en los diferentes juzgados se suspendieron durante la hora de paro, para que los magistrados y los fiscales pudieran sumarse a esta movilización convocada por todas las asociaciones para exigir una justicia ágil y eficaz, reiteraba García Sanz. Algunos de los fiscales que conforman la planta del Ministerio Público en Zamora también anunciaron su intención de secundar la huelga del 22 de mayo, medidas de presión convocadas de forma conjunta por todas las asociaciones de jueces y fiscales del país. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vino a reconocer el derecho a la huelga de los jueces y los fiscales cuando le comunicó al comité de huelga creado a nivel nacional que no podían llevar a cabo el primer paro de una hora porque no habían convocado con tiempo suficiente para establecer servicios mínimos.