El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, "mediante un procedimiento, si considera grave la infracción, podría llegar a imponer sus criterios que se ajustan a Derecho Canónico". Así de contundente se mostró ayer un experto en normativa eclesial consultado por este medio, tras manifestar el prelado zamorano que dará hasta el verano para que todas las cofradías admitan a las mujeres y advertir a los presidentes de las hermandades de Semana Santa que, a día hoy no están adaptadas al Estatuto Marco, (Tercera Caída, Buena Muerte, Silencio y Yacente), "el que no cumpla, que dimita". El estudioso, que conoce la situación de la Diócesis de Zamora, estima que Gregorio Martínez "puede ejercer su potestad", aunque, desde su punto de vista, "lo deseable sería que agotara otras vías".

El título V del Derecho Canónigo correspondiente a las asociaciones públicas de fieles, en su capítulo II, indica que "puede remover de su cargo al presidente de una asociación pública, con justa causa, la autoridad que lo nombró o confirmó, oyendo antes, sin embargo, a dicho presidente y a los oficiales mayores (...)" y en otro punto señala: "En circunstancias especiales, cuando lo exijan graves razones, la autoridad eclesiástica (?), puede designar un comisario, que en su nombre dirija temporalmente la asociación".

Sobre las declaraciones de Gregorio Martínez Sacristán, los presidentes de las cofradías afectadas declinan realizar una valoración abierta. La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída está pendiente de mantener un encuentro con el prelado. José Fernández Nieto indicó que "desde hace 20 días estamos pendientes de mantener una reunión con el Obispado, por lo que no conozco de primera mano qué quiere que hagamos".

Por su parte el abad de la Hermandad Penitencial del Cristo de la Buena Muerte, Félix Gómez, se limitó a manifestar que "estamos en conversaciones con el Obispado", mientras que el hermano mayor del Yacente, Dionisio Alba expresó que "oficialmente la Hermandad del Yacente no ha mantenido ninguna reunión ni hemos recibido ningún tipo de comunicación por escrito del Obispado", aunque este medio ha podido conocer que la penitencial ha convocado un cabildo menor, (reunión de la junta directiva) donde, sin duda, analizarán las manifestaciones.

El presidente del Silencio, Rufo Martínez Paz, quien públicamente ha apostado reiteradamente por el diálogo para acercar posturas, declinó efectuar declaraciones sobre el ultimátum del obispo y rehusó confirmar si días atrás, tal y como ha sabido este medio, responsables del Silencio han mantenido un encuentro con autoridades eclesiales.