La Fiscalía exige un año de prisión para un joven que rompió la nariz a otro en una pelea durante el carnaval de Toro del año pasado durante una pelea que provocaría el acusado, tras ser increpado por la víctima porque estaban causando daños al confesionario que llevaba su grupo como parte de sus disfraces de cura. Fue, precisamente, el confesionario, que terminó en el suelo, la causa. Según el acusado, de iniciales J.S., que iba con un amigo, vestidos ambos de tuno, y dos chicas, procedentes todos de Tordesillas, porque tropezaron con él; según el joven herido, porque lo tiraron. Fuera como fuese, comenzó una pelea, ya de madrugada, en la carpa, cuando el joven toresano les recriminó a los foráneos que hubieran tirado el confesionario, a lo que J.S. le respondió con un puñetazo que le fractura la nariz, según la Fiscalía. El joven tuvo que ser intervenido y los médicos tuvieron que reducirle la nariz, lesiones de las que tardó en curar 32 días. La defensa exigió la absolución para J.S. o, alternativamente, una multa de 6 meses.