Mar Rominguera, secretaria de la Agrupación del PSOE en Zamora capital, lanzó ayer, tras su reelección, "una advertencia: ha terminado el tiempo del frentismo, aquí se viene a trabajar en beneficio de los ciudadanos y en ello nos vamos a dejar la piel". Rominguera, que pedía "lealtad, unidad y acción, trabajo", lemas del PSOE, liderará durante cuatro años una ejecutiva conformada por veintidós personas, de las que solo repiten ocho, al cargo de quince áreas, todos centrados en "hacerle la vida más fácil a los zamoranos", con el horizonte puesto en aupar a un socialista a la Alcaldía de Zamora.

La también diputada nacional por la provincia incidió en que "el proyecto del PSOE es uno", por lo que los socialistas de la capital y de la provincia deben ir de la mano para ganar las elecciones municipales de 2019. Dijo "dar por cerrada la crisis" que el partido ha vivido en los últimos cinco años, para reiterar que "venimos a trabajar, ya he dicho cuáles son las máximas de este partido, no vamos a entrar en discusión con quienes quieran sacar los asuntos del partido fuera".

Destacó "la ilusión" que aportan los nuevos integrantes de la Ejecutiva y la experiencia de quienes repiten, como Luis Malmierca, que será el presidente de la Agrupación, o Macu Hernández, secretaria coordinadora de áreas. Junto a a ellos, Nieves García, secretaria de Organización; David Gago, de Política Municipal; o Eduardo Rodríguez, de Administración. Rominguera agradeció la confianza a los militantes, que aprobaron con un 90% de respaldos, con ocho abstenciones y ningún voto en contra, la gestión de la Ejecutiva saliente de la que fue secretaria, al tiempo que negaba las graves acusaciones del sector "susanista" que ha impugnado la asamblea local. Negó que se hubiera impedido votar la única candidatura que se presentó a la Secretaría, la suya, que salió adelante por aclamación, sin que ninguno de los críticos presentes, que sostienen que el presidente de la mesa no preguntó si se daba por aprobada, solicitaran que se sometiera a sufragio.

La secretaria de la Agrupación más numerosa del PSOE en la provincia reiteró que el punto verdaderamente conflictivo para quienes encabezan la impugnación, que se remitió ayer a Valladolid y Ferraz, fue la elección a delegados al Comité provincial, a la que los "susanistas" presentaron una lista que "la mesa decidió que debía decaer" porque incluía siete candidatos que ya se eligieron como delegados en el Congreso provincial de julio, "por lo que no podía ser válida". Al final, "resolvió la Comisión Ejecutiva Federal", no sin que la mesa les diera antes un plazo de quince minutos para que pudieran incluir a otros compañeros, sin que lo lograron. La secretaria volvió a negar que, como han afirmado los críticos, se retirara la urna para impedir votar, "yo estuve hasta el final y estuvo encima de la mesa todo el tiempo".