"Solo hay dos tipos de micólogos: los viejos y los osados. Pero ninguno viejo y osado a la vez". Así describe el experto David Rodríguez Calzada a los amantes del mundo de las setas, en la conferencia que sobre este tema impartió en el Campus Viriato, dentro de las jornadas de CulturAlcampus, desde su perspectiva de miembro de la Asociación Micológica Zamorana (Amiza) desde hace doce años.

Rodríguez reconoce que Zamora es un "auténtico paraíso micológico, donde tanto la variedad como la densidad por kilómetro cuadrado, una de las más altas de Europa, y la calidad de nuestras setas es extraordinaria y muy valorada en gran parte del mundo" y por ello aboga por aprovechar este producto en beneficio de la provincia. "Son un auténtico potencial de generar turismo de calidad, si se armoniza bien", puntualiza. "Se debe tener una legislación y control acorde, potenciar la cultura micológica y salvaguardar los bosques. Asimismo, debemos entre todos fomentar actividades culturales y darlas a conocer, con magostos, conferencias, jornadas gastronómicas, talleres o exposiciones", sugiere.

Desafortunadamente, los amantes de la micología no disfrutarán tanto como otros inviernos. "Se presenta una temporada nefasta, sin lugar a dudas, pero no solo en el plano micológico, ya que la falta de agua afectará, si no llueve pronto, a las reservas hidrológicas y los acuíferos. El cambio climático es ya, por desgracia, una realidad", describe. Aunque asegura que si las lluvias vienen "y las heladas respetan, aún se podrían encontrar níscalos o Lepista Nuda, al ser más tardías y resistentes".

Y es que afición por el mundo de las setas crece exponencialmente año tras año. "Se aúnan alrededor de la micología diferentes factores que la potencian, como la naturaleza, la fotografía, la cocina o el deporte, así como l alto interés cultural y económico, sobre todo para la gente del medio rural", justifica.

Respecto a la vertiente gastronómica, Rodríguez destaca todas sus propiedades, desde oligoelementos básicos, hasta potasio y selenio, "además de un alto contenido en agua, lo que las convierte en saciantes, bajo contenido en sodio, para reducir la presión arterial y alto contenido en vitaminas como la C y la D. Además, aporta pocas calorías y han sido utilizadas como condimentos naturales durante años", resume. En la cocina, "primero hay que asegurarse de que son comestibles", bromea, y luego hacer un cocción previa para eliminar toxinas en algunas. "Es conveniente limpiarlas no con agua, sino con un trapo húmedo", aconseja. Pero sobre todo recomienda que los que se inicien en esta afición recuerden la regla de las tres eses: "sea siempre sensato".

Por último, el ponente también tuvo tiempo para aunar historia y micología y contó anécdotas como el afán de Gaudí por consumir setas alucinógenas "de ahí su arquitectura tan colorida y llena de curvas" o el envío de Hitler de órdenes a sus tropas firmadas con Coprinus Comatus, "para que sus generales vieran con microscopios la firma. Si había esporas era auténtica, si no, debían desconfiar", aunque reconoció que "lo que más me llamó la atención fue encontrarme con un padre y tres hijos en el campo, mientras yo recogía L.Brunneincarnata y Galerina Marginata, ambas mortales, para una exposición, y al mirar en mi cesta le comentó a los pequeños que eran unos cucurriles muy pequeños y unas senderuelas muy bonitas. Me dio un vuelco el corazón solo de pensar que esa misma noche se podían intoxicar por el inmenso desconocimiento del padre". Por eso finalizó advirtiendo que con las setas "no puede haber margen de error, así que cuidad de quien nos asesoramos", finalizó.