Uno de los asuntos a tratar dentro de este Seminario Iberoamericano "Cooperar desde el patrimonio cultural" es a quién corresponde esa gestión patrimonial. El profesor Joaquín Ibáñez lo tiene claro: es un asunto de todos. "No debemos caer en que la conservación de nuestra riqueza y patrimonio corresponde a los políticos, a los universitarios o a los expertos", arguye. "La preservación es un asunto del taxista, del ciudadano de a pie, tiene que estar integrada en la educación primaria, en la secundaria... La riqueza patrimonial que tenemos es potentísima y todos debemos entenderla para poder conservarla", advierte.

En este punto, para Ibáñez, es donde cobra la máxima importancia la premisa de "habitar el patrimonio" como mejor y más eficaz modelo para su preservación. "El patrimonio tiene que tener un sentido en términos de reutilización social, porque si no, no hay quién lo sostenga. Se sostiene una catedral, sí, pero ese no es el problema. Se trata de habitar el patrimonio de la ciudad y el territorio como un asunto de futuro, no del pasado", detalla. "Zamora, por ejemplo, tiene un patrimonio potentísimo en materia arquitectónica, industrial y paisajística. La zona de La Raya es espectacular desde el punto de vista del patrimonio industrial hidroeléctrico, pero las sociedades civiles tienen que ir preservando ese patrimonio como elementos de todos. Habitarlos", declara el profesor.