El descenso del caudal del río Duero a niveles mínimos ha convertido las azudas en paseos improvisados para los ciudadanos, que no desaprovechan la ocasión para acceder al gran piélago zamorano. Los zamoranos parecen haber olvidado que, aunque sus aguas hayan mermado, "el río es peligroso". Y lo mismo plantan sus aperos de pesca en mitad de la construcción hidráulica que se toman fotografías en busca de un marco incomparable. También hay improvisados "senderistas" que se recorren la presa de extremo a extremo, son parejas, jóvenes, como los que cruzaron desde las aceñas de Cabañales a la isla de Los Conejos para hacerse una foto encaramados a una rama del árbol más próximo al Puente de Piedra. Incluso se ha visto a algún hombre mayor con un niño de corta edad como si de la calle de Santa Clara se tratase.

El atrevimiento, que puede parecer inofensivo, es más que arriesgado porque "se pueden resbalar y lesionarse aunque no haya agua en ese punto exacto. En una zona tranquila, se pueden ahogar en medio metro de agua. Y si hay caudal, pueden golpearse con algún objeto o piedra que haya en el fondo" del cauce, que no se ve. "El Duero es un medio peligroso", insiste como advertencia el experto en rescate acuático del Parque de Bomberos del Ayuntamiento de Zamora, Óscar Vaquero, delegado provincial de Salvamento y Socorrismo de la Federación de Castilla y profesor de cursos de formación en esas especialidades. El bombero destaca la importancia de "la prevención" para evitar situaciones con desenlaces fatales, desaconseja con rotundidad esas incursiones en el cauce del río a través de las presas "que tienen todavía verdín y musgo en algunas partes, son resbaladizas".

Desde las orillas, puede parecer que el Duero trae las aguas mansas en un punto concreto, pero las corrientes y los remolinos están ahí, "hay muchas fosas, se puede hacer pie en una zona y de repente encontrarte con una de ellas e irte al fondo". Las posibilidades de salvarse "dependen del control del medio acuático" que tenga el accidentado, que por lo general no suele ser suficiente para salir de una situación complicada y suelen ser rescates complejos también para los bomberos. "No sabemos que hay en el fondo del río, hay que tener en cuenta que no se ve dentro de las aguas, no sabemos cómo está en cada punto y hay obstáculos, piedras, objetos, ramas que arrastra la corriente con las que puedes herirte al caer".

De modo que, desde la Delegación de Salvamento "trabajamos mucho la prevención", por lo que Vaquero llama a la prudencia a los zamoranos antes de entrar "en una zona que no está habilitada para caminar, como las azudas". Recuerda que "son saltos de agua y que la fuerza de la corriente pasa por ellos y la fuerza del agua te va arrastrando, te puedes ahogar".