A las cinco y veinte de la mañana los empleados e industriales de Mercazamora decidieron reventar los candados de la entrada para acceder al recinto. Era una respuesta que respondía al cabreo acumulado durante años no solo por los continuos retrasos de los conserjes sino también de sentirse literalmente "abandonados" de la mano de Dios, en este caso personalizado en el concejal del ramo, Christoph Strieder.

Falta de mantenimiento de las instalaciones, dotaciones, como las cámaras frigoríficas estropeadas desde hace años y que no se arreglan, goteras, libre entrada de pájaros que tienen en el lugar un sitio para alimentarse, desperfectos del piso y rejillas que pueden causar accidentes y la falta de una cafetería donde poder hacer un pequeño alto en las duras jornadas laborales, sobre todo en invierno, forman parte del listado de agravios que esgrimen empleados e industriales. Un cabreo monumental que estalló esta madrugada ante un retraso en la apertura que no hizo sino encender la mecha.

El Mercado de Mayoristas de Zamora, Mercazamora, situado en el polígono de Los Llanos mantiene además gran parte de sus puestos cerrados, sin que el intento de adjudicación que periódicamente intenta el Ayuntamiento de resultado. "Dejan vender a mayoristas en sus naves fuera del recinto, incluso situadas cerca del Merca y nadie quiere venir aquí", se lamentan algunos industriales.