La ola de calor que se prolongó durante buena parte del pasado mes ha hecho que el junio de 2017 pase a los anales de la historia meteorológica provincial como el que batió hasta cuatro récords, todos ellos relacionados con las altas cuotas a las que llegó el mercurio. De este periodo son la temperatura máxima en un mes de junio, 39,8 grados, la noche más calurosa, ya que hubo en día en que el mercurio no bajó de los 23,7 grados, la temperatura media de las máximas más elevada (indicativo de que hubo muchas jornadas con máximas altísimas), que se situó en los 31,8 grados y la temperatura media más alta, 24 grados, más de cuatro grados por encima de un junio normal por estas latitudes.

Los datos los aporta la Agencia Estatal de Meteorología desde Valladolid. La meteoróloga Nieves Garrido considera que "el hecho de que se bata una efeméride no significa que haya un cambio climático", un fenómeno que hay que analizar en base a una tendencia a largo plazo. Eso no es óbice para que la observación deje observar claramente "una tendencia. Durante los últimos años vemos que las temperaturas van subiendo y se está llegando a récords". La impresión es que la temperatura es ascendente, con registros más altos cada año. Por tanto, tampoco "se pueden cerrar los ojos, los fenómenos más extremos son una realidad".

Sea o no consecuencia del cambio climático el hecho es que junio ha sido un mes muy llamativo por diferentes conceptos, todos ellos relacionados con el calor.

Uno de los datos que hablan de si un mes ha sido más o menos caluroso es la temperatura media. Pues bien, este año, el junio de Zamora ha registrado una temperatura media de 24 grados, bastante más caluroso que un mes de junio normal, cuando la temperatura media es de 19,8 grados (es la que sale del periodo comprendido de 1981 a la actualidad). El anterior récord fue el mes de junio de 2003, cuando la temperatura media alcanzó los 22,8 grados.

Otro récord que se batió en junio es el de la temperatura máxima media más alta. Es decir, se saca la temperatura máxima de cada uno de los días del mes y se obtiene una media. Pues bien, este año da 31,8 grados, lo que supone casi un grado más que el anterior récord, que eran los 30,9 grados de 2004. Este dato corrobora que hubo una gran cantidad de días del mes con temperaturas extremadamente elevadas, muy por encima de los 30 grados. Y eso que en los días finales del mes refrescó lo suyo.

Sin duda lo más llamativo es la temperatura máxima, el punto más alto al que llegó en mercurio en la pasada ola de calor. Y llegó a los 39,8 grados el día 18, superando el calor que hizo en San Pedro de 2015, un 29 de junio donde se alcanzaron los 39,3 grados. Este año, incluso, hubo una jornada en la que ya se había igualado el récord de hace dos años y se llegó a los 39,3 grados.

Y el cuarto registro pulverizado por la ola de calor ha sido el de la noche más tórrida. Fue la del día 19 de junio, cuando la mínima no bajó de los 23,7 grados. Batía así el récord que días antes había dejado esta misma ola de calor, cuando en Zamora se superaron los 22 grados de mínima. Un récord que a su vez superaba los 21,6 grados del la madrugada del 27 de junio de 2011, pero que duró apenas unos días, por lo que no quedará de él ni el recuerdo. Las olas de calor se determinan, de hecho, no solo por la temperatura máxima (en Zamora, cuando sube por encima de los 35 grados), sino también por las mínimas, ya que si por la noche no bajan de los 20 grados pueden suponer un problema de cierta importancia para la salud.

Esta ola de calor, sin embargo, no parece haber provocado un aumento de la mortalidad o las complicaciones de enfermedades, al menos que se sepa, aunque el sistema de vigilancia de la Junta aún no ha publicado datos.