Aunque no fue todo lo beneficioso para la familia que se esperaba, el acuerdo alcanzado ayer en Valladolid entre los representantes de Ramón Álvarezy los técnicos de la Agencia Tributaria ha sido suficiente para que el agricultor toresano abandone la huelga de hambre que ha mantenido durante los últimos veinte días.

Según explicaron desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Unión de Campesinos de Castilla y León, los dos colectivos que han apoyado a la familia durante las últimas semanas, Álvarez y su mujer han aportado 2.500 euros a las arcas de la Agencia Tributaria y se han comprometido a que, a partir de ahora, se llevarán a cabo abonos periódicos mensuales para mostrar que "nuestra intención es pagar" la deuda, que asciende a un total de 120.000 euros aproximadamente.

La familia seguirá así viviendo en su finca en Toro, pero no se ha conseguido que la Agencia Tributaria desista de sacar a subasta la propiedad, nuevamente, dentro de seis meses, algo que los representantes de la familia intentaron pero que "fue imposible porque la administración pública tiene sus mecanismos y son invariables". No obstante, la finca volverá a salir a subasta por 200.000 euros, algo que espanta las posibilidades de que aparezca un comprador porque "no está al precio de mercado", apuntaban las mismas fuentes.

Sin embargo, la disputa no acaba aquí. Tanto la PAH como UCCL seguirán negociando con la Agencia Tributaria para que, en el "nuevo marco de confianza que se ha generado", se pueda llegar a algún tipo de entendimiento para garantizar que la familia podrá seguir viviendo en su finca. Con todo, tanto un colectivo como otro han querido agradecer a los técnicos de la Agencia Tributaria su buena disposición durante los últimos días, dentro de lo rígido del sistema.

Ramón Álvarez da por cerrada así su larga huelga de hambre, y lo hace visiblemente débil aunque "animado". Ahora, asegura el agricultor, "tendremos que seguir negociando para asegurarnos de que no vamos a perder nuestra vivienda, y lo haremos en este marco de confianza, para que vean que tenemos intención de pagar pero que no podemos hacer frente a la deuda con nuestros ingresos". El montante total, de 120.000 euros, se generó hace años cuando el toresano se hacía frente de un taller de compraventa de vehículos junto con dos hermanos. Por el "mal asesoramiento" de la gestoría, se dejaron de pagar las cantidades relativas al IVA de la venta de coches.