La escritora Natalia Carbajosa se adentra en el mundo de la literatura infantil con "Las aventuras de Perico Pico" tras haber cultivado otros ámbitos de la literatura.

-¿Cómo surgió su interés por la literatura infantil?

-Desde que mis hijas eran pequeñas el mundo de los cuentos y las canciones infantiles han estado muy presentes en mi vida y en su colegio incluso los padres hacíamos obras infantiles adaptando textos. Mis hijas me decían que en vez de leerles un cuento me inventara uno y yo les proponía que crearan un personaje y entorno a ese personaje ellas comenzaban una historia que yo tenía que concluir basándome en parte en otros cuentos infantiles y en parte valiéndome de los recuerdos de mi infancia en Zamora, sobre todo mis vivencias de Villaderciervos de donde procede mi familia materna. Mi hija la mayor me animaba mucho a escribir esos cuentos, redacté los más interesantes, los moví por editoriales y finalmente a una firma pequeña le gustó y me propuso publicarlo en edición bilingüe al inglés.

-Como docente que imparte ese idioma ¿qué le pareció la propuesta de la editorial?

-Me gustó mucho porque siempre me ha gustado unir la literatura y el idioma, que son mis dos amores. Traduzco mucha poesía del Inglés y en esta ocasión que es traducción inversa, castellano-inglés, conté con la ayuda de otra persona nativa. Me ha gustado la experiencia que me ha servido para estudiar la expresión de los cuentos infantiles en inglés. He leído mucho a Roald Dahl, todo un clásico de la literatura infantil inglesa. Fue todo un aprendizaje.

-Y ¿también lo es en castellano?

-El público infantil no tiene prejuicios de ninguna clase. No va leer a un escritor porque está de moda, como sucede en el mundo de los adultos. A ellos o les gusta o no les gusta. Tras la primera versión simplifiqué mucho, busqué que las situaciones fueran muy ágiles sin renunciar a un lenguaje cuidado.

-En todo libro infantil la ilustración tiene un gran peso.

-Hemos tenido la suerte de contar con la ilustradora Teresa Sánchez Vivancos, que ha hecho su excelente trabajo en blanco y negro, que tiene un aire clásico e intemporal del propio relato. Además al carecer de color sus dibujos tienen el atractivo de los lectores los pueden también colorear.

-¿Para qué edades está recomendado el libro de "Las aventuras de Perico Pico"?

-Si es para un niño que ya lee solo, tiene que tener unos ocho años. No obstante funciona muy bien con niños de tres y cuatro años como lectura de cama realizada por sus padres. Además es perfecto para cualquier persona que esté aprendiendo inglés porque es una excusa perfecta para practicarlos por lo que podríamos decir que está dirigido a un público entre tres y 99 años. (risas)

-Muchos libros infantiles acaban tornándose en sagas. ¿Habrá una segunda entrega de este volumen?

-No lo sé aunque yo estoy preparada. No tengo más cuentos escritos pero sí los tengo en la cabeza. Tenemos que dar los pasos poco a poco aunque es verdad que es un libro que está funcionando muy bien.

-¿Qué radiografía efectúa de la actual literatura infantil?

-Lo que hay ahora son muchos títulos por lo que hay de todo, libros buenos, malos y regulares. Hay álbumes ilustrados preciosos y lo que yo veo es un exceso de lo "políticamente correcto", es decir cuentos en los que la motivación principal de la historia es inculcarle valores al pequeño lector y entonces rezuma demasiado didactismo. La literatura por sí misma enseña, por su propio encanto... echo en falta que sean más poéticos y donde la imaginación esté más libre. Creo que hay que inculcar esos valores pero que el libro no es el vehículo más adecuado. En ellos hay que dejar volar más la imaginación.

-¿Qué ha supuesto esta publicación para usted que se estrena en la literatura infantil tras realizar estudios de literatura comparada?

-Es una faceta más que he desarrollado. Soy filóloga que es el amor al lenguaje que se manifiesta de muchas maneras y es el proyecto más personal en el que me involucrado hasta la fecha. En estos momentos estoy traduciendo a la autora norteamericana Lorine Niedecker, que me parece maravillosa y que vivió en el siglo XX.

-El libro lo presenta dentro de la XXXII Feria del Libro de Zamora en un acto en la Biblioteca Pública del Estado.

-Me encanta porque estoy en deuda con Zamora. Mi formación como lectora me la dio la Biblioteca Pública de Zamora. Los sábados por la mañana ir con mis libros a cambiarlos a la infantil era un ritual que recuerdo con gran cariño. Ya he presentado algún libro más en ella pero el dar a conocer este volumen infantil es como devolver algo de tanto bueno que he recibido. La lectura es muy importante desde tiernas edades porque si te enganchas a esta afición a los 7 u 8 años va contigo de por vida. Además la presentación no será al uso.

-Concrétenos.

-Será un cuentacuentos en el que me disfrazaré y participará gente del público en la dramatización. Será una presentación muy interactiva dirigida a niños y mayores.

-¿Hay que poner en valor la biblioteca como institución cultural?

-Sin duda que sí. Lo bueno de una biblioteca es que la inversión es mínima y el beneficio que puede aportar a tantas personas es infinito. En Cartagena, donde resido ahora, no invierte excesivamente en ellas frente a las cantidades tan elevadas que se gastan en otras actividades culturales.