Es un hecho que Zamora multiplica su población con la llegada de la Semana Santa. Hay diferentes cálculos, pero lo cierto es que durante estos días la ciudad bien puede acoger a unas 200.000 personas entre zamoranos y turistas. Las calles más céntricas presentan un aspecto poco habitual por las aglomeraciones que se están registrando estos días.

Lo cierto es que los hoteles estuvieron llenos durante la noche del Jueves Santo, la de más afluencia en la ciudad, y presentan un aspecto muy semejante para la noche del Viernes Santo. En concreto, para la noche del viernes al sábado los hoteles están aproximadamente al noventa por ciento. La ocupación baja algo, eso sí, de cara a la noche del Sábado Santo, cuando según las web de reservas hoteleras se encuentran ocupadas alrededor del 65% de las plazas de la ciudad, porcentaje que suele aumentar porque no es raro el caso del turista que, teniendo reservado hasta la noche del viernes, decide ampliar una jornada más su estancia para marchar el domingo.

Las aglomeraciones las están notando, sobre todo, los vecinos del centro y las personas que más frecuentan el casco antiguo de la ciudad. Circular en coche por el casco es prácticamente imposible por el paso de las procesiones y aparcar en las inmediaciones es muy complicado. De hecho, el parking de San Martín, habitualmente poco solicitado por los conductores, estaba ayer lleno hasta el punto de que había coches esperando fuera a que uno de los vehículos estacionados abandonara el parking.

Teniendo en cuenta las fechas, las iglesias son uno de los atractivos principales de Zamora. Los turistas se amontonan en prácticamente cualquier templo con las puertas abiertas. Mención especial para la iglesia de San Juan que ayer, ya con la Soledad y el Cinco de Copas preparados para la procesión, acogió a miles de personas. El buen tiempo anima también a zamoranos y turistas a ocupar las terrazas de los bares, que están presentando buen aspecto durante toda la semana.