Harto de jugar al gato y al ratón con los vándalos, el Ayuntamiento de Zamora ha decidido paralizar temporalmente el programa de limpieza de fachadas que arrancó hace semanas con los trabajadores del Plan Emplea. Hace diez días, operarios municipales detectaron que lo que se tapaba durante el día, se reproducía por la noche. Es decir, que los incívicos reproducían sus pintadas apenas horas después de que los trabajadores adecentaran las fachadas. Para luchar contra ello, el equipo de Gobierno ha tomado la determinación de dar traslado de la situación a la Policía Municipal para que ejecute un plan de vigilancia especial, con el objetivo de que el peso de la Ley caiga sobre quienes no respetan el trabajo realizado en bien de la comunidad.

El boicot que ha sufrido el borrado de pintadas en fachadas públicas y privadas de la capital ha hecho al Ayuntamiento de Zamora decir basta. El alcalde, Francisco Guarido, ha anunciado medidas para terminar con lo que ha definido como un "sarampión" para la ciudad. "Es muy frustrante, tanto para los empleados como para nosotros como equipo de Gobierno, que el trabajo realizado por la mañana se eche por tierra durante la noche", indica. "El repintado de fachadas ha ido muy bien, pero hace diez días que empezamos a detectar la reproducción de grafitis en las paredes que se iban arreglando, algo que no podemos permitir", analiza el regidor de la capital.

La situación llegó a tal límite que el Ayuntamiento de Zamora decidió hace ahora una semana paralizar los trabajos de repintado de fachadas, puesto que el boicot al plan de borrado de grafitis se había convertido en costumbre para los vándalos. "No podíamos tolerar que lo que pintábamos por la mañana, nos lo guarrearan por la noche. Por eso hemos estado una semana parados y a partir de mañana comenzaremos otra vez con los trabajos, pero con especial vigilancia", expresa Guarido.