El hospital Virgen de la Concha colocó ayer una mesa informativa para dar a conocer a la población los recursos existentes para ayudar a quienes quieran dejar de fumar. Teresa Antolín es la responsable de Neumología del Complejo Asistencial.

-¿Qué actividad llevan a cabo?

-Estamos aprovechando que se celebra al Día Mundial sin Tabaco para sensibilizar a la gente de que el tabaquismo es un problema muy importante y muy extendido. Estamos informando de los recursos que tenemos aquí en el área de Zamora, en los centros de Atención Primaria y las consultas especializadas donde se pueden dirigir quienes quieran dejar de fumar.

-Supongo que sigue siendo necesario advertir sobre los riesgos del tabaco, aunque todo el mundo los conoce.

- Mucha gente, sobre todo los más jóvenes. Pero curiosamente, pese a que son los que más información tienen y los que más usan Internet, son el colectivo más reacio a recibir esa información y a plantearse dejar de fumar. La gente mayor a lo mejor no tiene tantos conocimientos, pero dispone de más experiencia personal, nota los riesgos para su salud y decide dejarlo. Por eso les ofrecemos la consulta e intentamos animar a la gente a que lo haga. Porque si ellos no quieren dejarlo no sirve para nada.

-¿Qué es lo principal para dejar el tabaco?

-Precisamente eso, que los fumadores tomen la decisión de dejarlo. Por eso hay que ayudar a la gente a que tome la decisión, fijen un día o una fecha, y luego los profesionales nos encargamos de ayudarles, con las consultas, tratamientos, revisiones, todo el proceso que supone dejar de fumar, que no se logra en un día.

-¿Qué influye más a la hora de dejar de fumar?

-El hecho de que haya una ley de prohiba fumar en sitios públicos sirve para que la gente vea este hábito como un problema y la gente tiene a dejarlo aunque no quiera, porque hay muchos sitios donde no puedes fumar y se va reduciendo en número de cigarrillos. El aspecto económico es también muy importante, sobre todo en algunas economías y entre los jóvenes, aunque las tabaqueras también contraatacan con la venta de cigarrillos sueltos o envases más pequeños para que resulten más económicos. El colectivo más difícil es el de los jóvenes, pero creo que se irá consiguiendo con medidas como la educación en los colegios.

-¿Qué porcentaje de éxito tienen, un 30% de los que intentan dejar de fumar?

-Ese es un porcentaje un poco optimista, aunque en algunos colectivos sí se llega a él. En jóvenes a lo mejor es un poquito menos. Pero no solo hay que tener en cuenta el porcentaje de los que dejan de fumar, sino las cifras absolutas. Porque sin en Zamora son miles de personas las que fuman, que lo dejen un dos o un tres por ciento ya es mucha cantidad de gente que deja de fumar.

-Se ha reducido, pero todavía fuma mucha gente, no?

-Sí, alrededor de un 27 a un 29% de la población globalmente considerada. Luego por grupos de edad cambia mucho. Es una cifra global que va disminuyendo pero la gente que deja el hábito se compensa con los jóvenes que entran como fumadores.

-¿Hay lista de espera para la consulta del tabaco?

-No. Los médicos de cabecera están asumiendo un papel muy importante, cada vez están abordando más el tratamiento del tabaquismo, que es totalmente multidisciplinar. Nosotros no tenemos lista de espera, aunque bien es cierto que al ser una consulta especializada el perfil de fumador es un poquito distinto, ya que son personas que han tenido más recaídas, presentan enfermedades cardiovasculares o respiratorias, o neurológicas. No tenemos ninguna lista de espera, o sea que para el que quiera dejar de fumar tenemos todas las puertas abiertas.