El Tribunal Supremo ha anulado siete sectores de Zamora capital declarados urbanizables en 2011 y obligará al Ayuntamiento a declararlos nuevamente como suelo rústico. La sentencia del alto tribunal ratifica una ya emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y pone nuevamente en entredicho el Plan General de Urbanismo redactado hace cinco años y que costó 300.000 euros a las arcas públicas. Los sectores que habrán de retornar a su antigua calificación suman un total de 1.300.000 metros cuadrados y están situados en la margen izquierda del río Duero, entre la carretera de Carrascal y el Cementerio de San Atilano.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha declarado estar satisfecho con dicha sentencia "al corroborar que el Plan General de Ordenación Urbana de 2011 fue un fracaso". Tras conocer la sentencia, el regidor ha declarado que el equipo de Gobierno está preparado para acometer una modificación en el PGOU "porque la previsión de contar con 160.000 habitantes, que era lo pensado en el anterior Plan, es completamente irreal".