El grupo de amigos zamoranos de Jesús Hilario Tundidor ha organizado un homenaje al poeta este lunes (La Alhóndiga, 20.00 horas), una fecha mágica. El escritor cumple ochenta años, recibe el cariño de los suyos y celebra los últimos premios cosechados, entre los que destaca el de las Artes de Castilla y León, que recogió en 2014, y que marca la trayectoria de un creador que arrancó en 1962 con el galardón Adonais por su primer trabajo: "Junto a mi silencio". En la siguiente entrevista, Hilario Tundidor es breve, conciso, entrañable? rotundo. A sus casi ochenta años -los hace mañana- sabe que la amistad es lo más "maravilloso" de la existencia humana.

-Este lunes recibe el homenaje de sus amigos de Zamora, ¿le ilusiona tanto como los premios que ha recibido los últimos años?? ¿O quizá más?

-Los premios no tienen importancia en el ámbito maravilloso de la amistad.

-¿Le gusta que lo quieran? ¿Le producen pudor estos reconocimientos?

-¡Hombre, qué me dices! Los más necesitados de cariño somos los seres humanos siempre? Ah, y no es pudor, sino emoción, emoción honda, seria, verdadera lo que me produce sobre y bajo el pudor que lo cierne.

-¿Qué tiene Zamora, su ciudad, de inspiración para su obra?

-Toda la inspiración y todo el trabajo en mi poesía, así como mi propia vida más emocional, espiritualmente esta condicionado por ella.

-Usted suele bromear sobre los premios que recibe, aduciendo que quizá le hubiera gustado recibirlos más joven. ¿Cree que hubiera disfrutado más del Premio Castilla y León de las Letras unos años atrás?

-Tal vez?

-Cuando empezó a escribir poemas, era muy joven, ¿recuerda sus primeras poesías? ¿Tiene en la cabeza en este momento alguna de ellas?

-Nunca he podido olvidar un suceso bellísimo que me aconteció de niño y allá por mis catorce o quince años escribí este poemilla, muy becqueriano por la lectura de las Rimas: "El primer beso que di/ se ha olvidado en tu memoria/ oh, la causa de una historia/ que pronto se olvida en ti".

-Hace pocos meses, Zamora estrenó la plazuela de Jesús Hilario Tundidor. En aquel homenaje, expuso, emocionado, sus recuerdos de niñez. ¿Qué personajes fueron importantes para usted aquellos años?

-Todos los chicos y chicas que la poblaron y que jugábamos y jugábamos al fútbol, a las corridas de toros, al esconderite, a dola, a la tula? Pero sobre todos a mi madre, mis abuelos Gregorio Tundidor y Brígida Santiago y tampoco puedo olvidar de ninguna forma a Pepita Rodrigo y a su perro Toni.

-¿Qué siente una persona cuando camina por su ciudad y ve una placa con su nombre, el nombre de una calle o una plaza?

-La verdad es que no me he parado a pensarlo, pero sin lugar a dudas el gran orgullo de ser zamorano, de querer a Zamora tan íntimamente nuestra y de sentirme querido por la que considero como mi casa.

-Después de Zamora, hubo otras ciudades. ¿Ha encontrado y vivido en los lugares que usted quería? ¿Qué ha aprendido de cada uno de ellos?

-De todos los pueblos o ciudades en que viví recibí un hondo aprendizaje para la vida y un hondo conocimiento del hombre como verdad común y, sobre todo, de los pueblecitos más pequeños, su aceptación y su humildad. Ellos me enseñaron la presencia del ánimo ante las adversidades y las alegrías de la buena cosecha, a querer y perdonar y perdonarnos a nosotros mismos y nuestra transitoriedad en las distintas afecciones que nos unen y que nos diferencian.

"El libro siempre será libro y enseñanza en el formato que se presente"

-¿Para qué ha escrito, escribe y seguirá escribiendo?

-Esencialmente, para explicarme a mí mismo participando en el gran acontecimiento que supone la existencia y la misma vida. Para existir y sentirme viviendo. Para conocer y encontrar el sentido verdadero de la absurda vida -¡maravillosa!- que nos encarcela, y para amarla y para encontrar la razón de este amor y para saber que todos debemos concienciarnos de nuestra pluralidad en la unicidad múltiple del ser.

-¿Quiénes han sido sus referentes? ¿Ha tenido usted maestro?

-Sería muy larga respuesta, variados sus apartados: emocionales, vitales, culturales, existenciales, etc. Mi maestro es el maestro común que a todos nos pertenece: vivir, y en él: escuchar, pensar, sentir y participar.

-¿Cómo recuerda la aventura de lanzar su primer libro importante, "Junto a mi silencio", en 1963?

-Con una gran alegría y asombro.

-¿Usted distingue etapas en su trayectoria creadora: dos, tres?? ¿Tienen que ver con su evolución como persona? ¿Lo percibe así?

-Naturalmente en la evolución de la personalidad está también la evolución de la comprensión del mundo.

-¿Qué libro de poemas define mejor a Jesús Hilario Tundidor?

-"Mausoleo", por su amplificación del conocimiento, su mensaje y su redacción plena de subjetividad, y su intento de comprensión del suceso fundamental de la Historia.

-Lo consideran uno de los exponentes de la generación del sesenta, ¿está de acuerdo? ¿Qué destacaría como lo más importante de esta generación?

-Bueno, yo soy un bicho raro en mi evolución poética? Aquí, en Zamora, nació el sentido de grupo. Los diferentes tipos de ataques que ha sufrido le han dado consistencia de calidad. Por incluírseme en ella directamente, prefiero no contestar ampliamente , como sería necesario.

-Quienes han estudiado su obra, dicen que su poesía nos acerca a un mundo más permanente, ¿le dice algo esta afirmación?

-Puede ser: dudosamente permanente, necesariamente permanente, emocionalmente permanente.

-¿Puede ser la felicidad también permanente o mientras se lo pregunto, mientras reflexiona, ese momento feliz ya ha pasado?

-Dice don Antonio, don Antonio Machado, claro: "pero lo nuestro es pasar?".

-Usted dice: "A veces es mayor injusticia la vida que la muerte?". ¿Lo sigue pensando? ¿Ha sufrido mucho en su vida?

-Naturalmente. Como todos.

-¿Qué piensa un poeta de su trayectoria de los tiempos que corren? ¿Qué reflexión se le ocurre sobre el momento político, social??

-Que hay que correr, pero yo ahora voy muy "malamente", por lo "cojo" que ando. En cuanto a la reflexión: ni más ni menos que los demás.

-Su poesía es clasicismo y renovación, ¿le agrada o le desagrada el viento de cambio que se percibe en el tiempo político de este país?

-O renovar o perecer, dicen los italianos.

-¿El libro tiene los días contados?

-El libro siempre será libro y enseñanza en el formato que se presente. Por lo demás, va a ocurrir lo mismo que con los discos de vinilo: subirá su precio.

-Qué piensa cuando ve un escaparate de una librería, ¿serán un museo en unas cuantas décadas?

-¿La verdad?: ¡Qué pena, que no pueda ahora mismo comprarme todos los que me interesan!

-¿Y Zamora? ¿Le ve futuro? ¿Cuál de sus versos le dedicaría al mañana de esta ciudad, de esta provincia?

-¿Qué es el futuro para una ciudad? Siempre es presente.

-Usted ha sido también docente, ¿cómo ve a nuestros jóvenes? ¿Se le ocurre alguna reflexión sobre las dificultades que están pasando?

-La juventud siempre pasa dificultades. Eso la hace más fuerte.

-Como epílogo de esta entrevista, ¿se atreve a recitar un poema??

-Creo que estamos todos mareados con tanta palabra. Sería mejor una canción de los Beatles o el Baile Bolero, que él si que dice?