El cielo contuvo la lluvia y la tradición volvió a cumplirse 725 años después: El pueblo de La Hiniesta, en la voz de su alcalde, Eugenio Gregorio Prieto, invitó al de Zamora a visitar esa localidad el 25 de mayo con su patrona, la Virgen de la Concha, en romería. La rogativa de San Marcos congregó a medio millar de personas que ya en la iglesia de San Lázaro se unieron al "desayuno del cura", previo a la invitación, para el que la Cofradía de la Concha tuvo que ampliar el avituallamiento de churros y pastas ante el inesperado aumento de romeros.

Pasadas las doce del mediodía, multitud de zamoranos con sus varas, muchas coronadas con un pequeño ramo de flores, enfilaban las calles de vuelta a casa desde la iglesia de San Lázaro, concluido ya el acto religioso y el tradicional tentempié que ofrece la Cofradía.

Por último año, Rosa Valdeón, tras la chocolatada, intercambió el bastón de mando con su homólogo del municipio vecino en el salón de la iglesia de San Lázaro, que se quedó pequeño para acoger este simbólico gesto de hermandad de dos pueblos que comparten devoción y que sellaron un año más su vinculación.

Otro de los momentos señalados de la rogativa de San Marcos, que conmemora las letanías de mayores celebradas cada 25 de abril en las iglesias, fue el saludo de pendones, donde uno y otro municipio despliegan sus enseñas para dar una muestra más de la complicidad de siglos entre Zamora y La Hiniesta. El público ovacionó a las dos personas que se encargaron de hacer volar los estandartes con destreza y que arrancaron también un fuerte aplauso de cuantos asistían al espectacular instante. "Es impresionante cómo pueden mover los pendones de esta manera tan bonita", apuntaba una de las mujeres que acudió a la Rogativa. Junto a ella, un zamorano se congratulaba de que "la tradición continúe a lo largo de tantos años" y de que "cada vez somos más los que venimos".

Los zamoranos se fueron sumando a la procesión durante el recorrido, que se inició en la iglesia de San Vicente para terminar en la de San Lázaro, donde se recibió a los vecinos de La Hiniesta que acompañaban a su alcalde. El presidente de la Cofradía, Florián Ferrero, se mostraba más que satisfecho por la gran afluencia de vecinos de La Hiniesta y de Zamora, "cientos de personas que se han ido uniendo por la ciudad y otros muchos que esperaban en la iglesia de San Lázaro, cuando volvíamos" de procesionar.

Los que se convertirán en romeros el 25 de mayo llenaron las dos iglesias que acogen esta celebración. "La Hiniesta se une a Zamora a través de la Cofradía", explicaba Florián Ferrero, mientras destacaba el arraigo cada vez mayor de esta celebración.

El grupo "Tradición y Música Popular", con sus dulzainas, sus tamboriles y sus gaitas, acompañaron a la comitiva, con los alcaldes y algunos concejales de ambos municipios, el presidente de la Cofradía y otras autoridades a la cabeza. El éxito de la Rogativa de San Marcos parece un preludio de lo que será la romería de La Hiniesta, el 25 de mayo.