Dos ovejas muertas y al menos veinte desaparecidas es el balance de la última lobada acaecida en la provincia, concretamente, en la capital. Los hechos ocurrieron la pasada noche, cuando el ganado descansaba en el entorno de la Dehesa de Valverde. Esta mañana, cuando el ganadero Alfonso Martín acudió a trabajar, se encontró con una inusual estampa: los animales no estaban. Tras inspeccionar el terreno aledaño, Martín avistó en lontananza dos buitres y al llegar al lugar confirmó la peor de las noticias: dos ovejas yacían en el suelo con claros signos de haber sido atacadas por un lobo.

La Alianza por la Unidad del Campo ha denunciado este nuevo incidente y solicita ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente que realice un control riguroso de estos ejemplares, "porque está justificado ante los ataques y los daños que ocasionan en las explotaciones ganaderas".