-El Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca está promoviendo la movilidad de los universitarios brasileños a ciudades como la del Tormes o Zamora. ¿Qué resultados está ofreciendo esa experiencia?

-Estudiar fuera siempre es muy atractivo. El sistema de Erasmus funciona muy bien aquí, no hay más que ver a los españoles que salen fuera a estudiar y aprenden otro idioma, otra cultura, otras formas de vidas. Ahora hay que imaginar esto mismo para un brasileño, que viene de un país un poco menos desarrollado. Es mucho más importante. De hecho, yo recomiendo, a quien pueda, que venga.

-¿Y cómo resulta ese cambio en el modo de vida? ¿Existe realmente ese choque intercultural provocado por el desarrollo?

-Sí se produce un cambio en esa perspectiva. Es más, casi todas las personas que conozco que han venido de Brasil a estudiar durante un año a España, terminan por no buscar el regreso a Brasil. Se acostumbran a la calidad de vida, a la seguridad y a otros temas tan importantes como tiene Europa.