Una singular exposición nacida de una conversación entre amigos. El gerente de la bodega Liberalia, Juan Antonio Fernández Martín, y el escultor Ricardo Flecha veían ayer cómo se hacía realidad en una de las salas del Museo Etnográfico de Castilla y León su original idea de rendir homenaje a El Greco. "Ha sido una forma de aunar vino y arte", resume Fernández, ya que los lienzos en los que se ha reflejado uno de los cuadros más famosos del artista barroco, "El hombre con la mano en el pecho", han sido barricas de vino.

El propio Fernández aporta su visión del cuadro del artista de Creta, cuyo cuarto centenario de su muerte se celebró el pasado año, con una visión en la que no falta el violín, siempre presente en sus obras, y las viñas. Por su parte, Ricardo Flecha, quien reconoce que la pintura no es su "fuerte", opta por la escultura y destaca una mano, "sin caballero y sin pecho", bromea, por lo que su aportación se centra únicamente en esta extremidad en volumen.

La lista de los veinte artistas zamoranos participantes ha sido elegida por Flecha. "Si hubiéramos tenido más tiempo, la lista habría sido incluso más amplia", reconocen los promotores. Junto a Fernández y Flecha, el elenco artístico se completa con Alejandro Pérez, David Sánchez, Jesús Pinilla, Alfonso Bartolomé, Antonio Pedrero, Marcelino Romero, Fernando Bordell, Paco Somoza, Donelis Almeida, Pablo Vizán, Chaqui de la Mata, Justi Magariño, Carmen Pelaz, Rocío Caramazana, Maribel García, Ángel Cerdera, Antonio Martín Alén y Carlos Piñel, director a su vez del museo, y a quien Fernández agradece especialmente el haber cedido este espacio para la muestra, que se podrá visitar hasta después de Semana Santa.

Visiones particulares

Veinte estilos diferentes y veinte visiones totalmente particulares de este sobria obra, que pasa desde una interpretación femenina, con pecho de mujer, hasta imágenes surrealistas o retratos a los que se le aúnan las nuevas tecnologías, con móviles de última generación. "Si esta muestra se hubiera realizado en el siglo XVIII las obras serían totalmente diferentes", reconoce Flecha, quien valora el "alto nivel" de las obras expuestas. "Comenzó siendo unos encargos más que nada por amistad, pero se puede comprobar que todos ellos se han esforzado muchísimo para ofrecer obras realmente buenas", agradece.

La exposición en homenaje a El Greco, tras su paso por el Museo Etnográfico de Castilla y León, se trasladará a la propia bodega de Toro. "Allí la podrán ver y disfrutar los cerca de seis mil visitantes que tenemos cada año", anuncia el gerente. Una manera diferente de mostrar pintura sobre madera, una madera que primero albergó vino y ahora aloja arte.