Los buenos datos arrojados por el informe elaborado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social han tenido ya repercusión en la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale). Fuentes del organismo valoraron este cambio "de forma positiva", aunque han advertido que las cifras "constatan cómo aún dista mucho de las 77.885 empresas inscritas en la Seguridad Social en el año 2007 en el conjunto de Castilla y León". En declaraciones recogidas por Ical, los empresarios aseveran que se ha dado "cierto giro" en el reconocimiento de la figura del emprendedor, a la vez que se está impulsando la cultura de "no aversión al riesgo empresarial ni al fracaso". Del mismo modo, subrayaron que "ha sido crucial en este apoyo a la creación de empresas el habilitar la presentación de declaraciones responsables".

En este contexto, razonaron que principalmente es necesario "avanzar más rápidamente" en la simplificación administrativa y normativa, así como en la reducción de la presión fiscal y en la consecución de la unidad de mercado.

El año 2014 se convirtió en el primer punto de apoyo de cara a la recuperación económica en el terreno de la empresa privada. La provincia de Zamora cerró el curso con 5.353 firmas cotizantes y rompió así un sexenio de contracción del tejido productivo. Además, el dato de trabajadores es también positivo, puesto que estas cinco mil empresas emplean actualmente a 31.759 personas, lo que representa cerca del 20% de la población provincial.

Los datos homogéneos que facilita el Ministerio de Empleo y Seguridad Social indican que, tras las caídas en el número de empresas cotizantes durante los últimos seis años, el pasado curso se recuperó la senda del dinamismo con un avance del 0,6%. El tejido productivo y su evolución reflejan ese cambio de tendencia respecto a los últimos años. Por ejemplo, en 2012 se contrajo el número de empresas cotizantes a la Seguridad Social en un 4% y en 2013 un 2,4%. A nivel de Castilla y León, el 2014 se cerró con un total de 67.511 empresas que, aunque lejos todavía de las 77.885 que se contabilizaron en 2007, el año del inicio de la crisis.

El informe del Ministerio que dirige Fátima Báñez apunta que Zamora es la quinta provincia de Castilla y León con mayor número de empresas cotizantes al cierre del ejercicio pasado. Por orden de mayor a menor aparecen Valladolid, con 15.031 empresas; León, con 12.693; Burgos, con 10.665; Salamanca, con 10.090; Zamora, con 5.353; Segovia, con 5.330; Ávila, con 4.995; Palencia, con 4.888; y Soria, con 2.879. Por sectores, los servicios ganaron el año pasado 249 actividades cotizantes, hasta las 48.576 empresas; y el agrario 229, hasta las 5.195 al cierre del año. Valladolid, 15.031, seguida esta provincia por León, 12.693; Burgos, 10.665; Salamanca, 10.090; Zamora, 5.353; Segovia, 5.330; Ávila, 4.995; Palencia, 4.888; y Soria, 2.879. Por el contrario, la construcción siguió en caída libre, y perdió 45 empresas, hasta 6.818; y la industria vio desaparecer tres, con 6.922 al término de diciembre. Del total de empresas, 42.102 eran persona jurídica, y 25.409, persona física.

Respecto al número total de trabajadores, el documento elaborado por el Ministerio constata que 291.254 eran hombres, frente a las 270.685 mujeres. El trabajo del colectivo masculino aumentó en 4.168 personas; mientras que el femenino se incrementó en 5.600. En cuanto al modo de contratación, solo se generaron 42 contratos indefinidos más en el año, hasta llegar a los 400.692 en toda Castilla y León. El trabajo temporal, por su parte, aglutina a 161.247 personas, con un incremento de 9.726 empleados. Asimismo, 6.005 de los nuevos contratos fueron a tiempo completo, mientras que 3.763 fueron a tiempo parcial.

En el apartado de volumen de empleo de las empresas cotizantes a la Seguridad Social en la región, Zamora aparece en antepenúltima posición. Encabeza el ranking Valladolid, con 139.570; seguida por Burgos, 96.823; León, 96.361; Salamanca, 71.365; Palencia, 40.370; Segovia, 33.238; Zamora, 31.759; Ávila, 29.475; y Soria, 22.976.

Los indicadores económicos de este informe, por lo tanto, apuntan a un dinamismo que ha hecho albergar esperanzas en el sector privado.