Lunes 19 de enero. El tercer lunes del año. Hace tanto frío que el simple hecho de salir de la cama es una gesta merecedora de un cantar a la altura del Mío Cid. La báscula te señala con el dedo acusador por los excesos navideños que aún ni se te ha pasado por la cabeza quemar. La cartilla del banco ha salido ella sola del cajón, sin que nadie la mueva, simplemente para acosarte y recordarte ese dineral fundido durante la pasada Navidad y parte de las rebajas. Y todavía queda mucho mes por delante hasta cobrar la siguiente nómina. Esos son los síntomas del "Blue Monday", o el día más triste del año. Un término acuñado en 2005 por el investigador de la Universidad de Cardiff y experto en motivación, Cliff Arnall, basándose en una fórmula científica de bazar chino.

La discutida fórmula de Arnall (1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA, el que quiera entender, que entienda), agrupa variables tan inverosímiles como incompatibles para cualquier enunciado científico medianamente serio: temperatura, dinero, motivación... Una teoría de batidora que, a los zamoranos, les suena a chiste. "Me inclino más por la teoría de que es una auténtica chorrada", explica Marta Ballesteros. Esta ciudadana piensa que el único argumento válido para sustentar esta fórmula es el de ser lunes, aunque apunta que esto podría ser aplicable a cualquier inicio de semana de todo el año.

La sombra de la sospecha circuló ayer por Zamora respecto a la controvertida teoría del profesor Cliff Arnall. "¿Pero dónde es el día más triste? ¿Aquí? ¿En toda España? ¿En el mundo?", se preguntaba Manuel Alonso. "Es que habría que recordarle a este tipo que esta noche (por ayer) empieza la tamborrada en San Sebastián. No creo que por allí estén muy tristes", comentaba entre risas.

Más explícito y directo fue Honorio de Dios, un hombre que tiene muy claros los días que son tristes y los que no. "He dormido muy bien, no he tenido dolores y la familia no tiene problemas. ¿Día triste? En absoluto. Cuando tengamos problemas, entonces será". Una sentencia muy acorde a la opinión de Francisco Iglesias, que asegura que para él "ha sido un día bastante bueno, de hecho".

A juzgar por las opiniones de los ciudadanos, el "Blue Monday" pasó con más pena que gloria por Zamora. Según la investigación llevada a cabo ayer por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, igual de científica que la teoría de Cliff Arnall, el día más triste del año es "una soberana tontería" para los zamoranos. Es la opinión de Juan Gómez. "Eso se lo ha inventado alguien para tener su minuto de gloria, es una bobada", asegura. Silvia Ortíz, por su parte, va un paso más allá. "Eso no puede ser verdad, yo me levanto siempre contenta", indica.

La opinión de la calle, siempre certera, se corresponde con todo lo que hay oculto detrás de este día más triste del año. Durante aquel "Blue Monday" de 2005, las pesquisas del profesor Cliff Arnall aparecieron en los buzones de correo de decenas de medios de comunicación a través de la agencia Porter Novelli. En esa nota de prensa, tras desgranar los detalles de la investigación del científico, se dejaba caer que la mejor manera de poner fin a esta depresión postvacacional era contratar un viaje usando los servicios de su cliente, Sky Travel. Es decir, pura publicidad.

A día de hoy, el "Blue Monday" se ha convertido en una máquina de hacer ventas. Son numerosas las marcas que deciden aprovechar el tirón de este día más triste del año para comercializar cientos de productos, valiéndose una vez más de una supuesta apatía de la gente tras la euforia navideña y de rebajas. Pero es una teoría que a la gente no le convence. Tanto Alberto Rodríguez como María Dolores Sampío son tajantes con su opinión: "Es un día normal y corriente, como cualquier otro".

Una vez finalizado este día más triste del año, las empresas tienen cinco meses por delante para buscar una mejor campaña de promoción de cara al día más feliz del año, que según la misma investigación del profesor Arnall, será el tercer viernes del mes de junio.