Se conserva únicamente dos fragmentos y una cuarta parte del texto original. La localizaron investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, en el 2009 en el yacimiento de El Picón en Pino del Oro. Se trata de una tabla de hospitalidad, datada en el año 27 después de Cristo, y la nueva pieza del mes seleccionada desde el Museo de Zamora. Este elemento, un ejemplo más de las relaciones sociales, entronca con la exposición temporal "Castilla y León, tierra de comunidades", en la que se recorre la historia de la región, un lugar de acogida de muchos pueblos durante toda la Historia, que podrá verse hasta febrero en la sala de exposiciones temporales del centro cultural ubicado en La Horta.

Las tablas o pactos de hospitalidad eran habituales desde el Alto Imperio hasta época republicana en todos los territorios romanizados en las relaciones de los invasores con las comunidades indígenas. En el caso zamorano, originalmente sería una pieza fina de bronce que se utilizó como soporte de un texto que hablaba de las relaciones sociales establecidas entre un particular, cuyo nombre se ha perdido, y la ciudad de Bletisama, que se ha interpretado posiblemente como la actual Ledesma. "Lingüísticamente existe una relación, pero hay un conflicto geográfico porque Pino está lejos de Ledesma y también existe un conflicto arqueológico, dado que en Ledesma no se han encontrado restos arqueológicos para pensar que allí hubo una ciudad romana", detallan fuentes del Museo de Zamora.

Esta pieza, que se ubica en una de las vitrinas de la sala de Romano del Museo de Zamora, la hallaron en la zona donde se concentraba la población dentro del yacimiento de El Picón, un poblado claramente romano cuya ocupación se inicia a principios del siglo I después de Cristo y que, por su situación y como por su cronología, se vincula al desarrollo de la explotación del oro. A la luz de los restos descubiertos por los expertos, capitaneados por Javier Sánchez-Palencia, puede asegurarse que en el asentamiento, de casi cinco hectáreas de superficie, "podían vivir hasta 400 individuos en torno a la explotación de las minas de oro".

Este pacto tiene la peculiaridad de vincular a un particular y una comunidad. "Un individuo se somete a una comunidad aunque en época romana solía ser al revés, la comunidad obedecía a un alto funcionario romano, un aristócrata o a alguien poderoso", explican desde el centro cultural con sede en Santa Lucía al tiempo que aluden a que en esta tabla "la relación social está centrada en los primeros intereses romanos en la ordenación y explotación de los recursos de la actividad minera de la zona", pues "los comienzos de la minería de oro en el noroeste coinciden cronológicamente con otros pactos".

Del bronce de El Picón se han conservado dos fragmentos. La primera porción corresponde al remate en frontón triangular, adornado posible con un elemento decorativo, y a la primera línea del texto. El otro fragmento se corresponde con la parte inferior izquierda de la tabla. En ella la distribución de sus líneas es irregular y no parece responder a una preparación previa del campo epigráfico, analizan desde el Museo de Zamora. Este segundo fragmento lleva a pensar que existe un acto entre dos partes. "Por un lado está clara la participación del senado y el pueblo bletisamense. Por otra, la mención de "ipse" de la penúltima línea permite suponer que el firmante sería un individuo que actúa por sí mismo en la ratificación formal", aseveran desde el Provincial.

Fuentes del centro subrayan que "no se sabe quién era el personaje que contrajo el vínculo, pero no parece haber desempeñado cargos públicos, ni de la administración romana ni de la indígena". "Es un individuo que se somete a una comunidad local probablemente porque así consiga un respeto que ya tuviera antes de la ocupación romana", expresan.

Físicamente el pacto se situaba sobre una pared, de hecho en la parte superior aparece una especie de gancho para que sea colgado y debía de ser muy similar a la tabla de hospitalidad de O Courel, localizado en Galicia, que hace referencia a una comunidad indígena de León. "El ejemplo gallego en su parte superior está decorado con un escudo y los restos del pico de la cabeza de águila del zamorano nos hace pensar que puede corresponder a la decoración central del frontal" y "en la parte lateral hay unas piezas que podrían corresponder a unas volutas", comentan desde el Museo de Zamora. El bronce de El Picón puede conocerse en profundidad en las visitas específica gratuitas, de martes a viernes a las 13.00 horas; dentro del recorrido "VenQueTeCuente", sábados a las 17.30 horas y domingos a las 12.30 horas; y en visitas a la exposición "Castilla y León, tierra de comunidades" previstas el 13 y 27 de enero a las 19.00 horas.