Aunque la asamblea es el órgano que debe ratificar la expulsión del expresidente de la Cofradía de la Vera Cruz, la última palabra la tiene la Iglesia católica. El Obispado de Zamora es la primera instancia eclesiástica ante la que Robustiano (Chano) Lorenzo tiene derecho a recurrir. Su tribunal, con el vicario judicial a la cabeza, el deán de la Catedral Juan González -y el representante equivalente a los de la justicia ordinaria, como el fiscal- será el encargado de oír a las partes y tomar una decisión sobre la expulsión de Lorenzo. Las posibilidades de defenderse frente a la resolución que le dejaría fuera de la Hermandad no terminan ahí: En segunda instancia está la Archidiócesis de Valladolid y, por último, al mismísimo Vaticano, a la Santa Sede, institución máxima de Gobierno de la Iglesia Católica. El recorrido, pues, del expediente de expulsión es mucho más complejo de lo que inicialmente podría parecer, por lo que su resolución llevará mucho tiempo.