Un plan que incluya "medidas fiscales y económicas, de apoyo al sector empresarial o de acceso a las nuevas tecnologías" es la única solución a la sangría poblacional que padece la provincia, constatada por los recientes datos del INE. Es el análisis del presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, quien subraya, no obstante que se trata de un "problema de carácter nacional que no afecta solo a Zamora, sino al mundo rural". Maíllo, que coincide en el diagnóstico y la solución con la Junta de Castilla y León, pide "medidas profundas de discriminación positiva" en lugares donde existe un déficit de población porque "la situación puede complicarse más".

La reflexión del máximo responsable de la Diputación llegó tras destacar que el principal valor de la inversión que se realiza en el presente bienio -unos 15 millones de euros en los ejercicios 2014 y 2015- radican en "mantener el empleo en el medio rural", la clave principal para evitar que los pueblos sigan descontando habitantes de sus censos.

Junto a la actividad económica se sitúa el plan de empleo, que tendrá el próximo año su tercera entrega con una dotación en los presupuestos de un millón y medio de euros. No obstante, la Diputación agilizará su puesta en práctica tras las críticas de algunos ayuntamientos en el Consejo de Alcaldes celebrado ayer en Ifeza. "Este año no vamos a esperar al plan de empleo de la Junta. En febrero haremos nuestro propio programa para contratar a 530 personas", admitió Martínez Maíllo en respuesta a la única "sugerencia" de los alcaldes que trascendió tras la reunión.