El terreno y monte que queda cercado por la valla de cuatro kilómetros entre Palacios y Asturianos tiene una extensión aproximada de 300 hectáreas, entre ellas las que son monte vecinal, y en torno a 50 hectáreas de enclaves privados, es decir que tienen su propio dueño. Esta anexión forzada de fincas particulares o de terrenos de utilidad pública municipal ha sido una práctica habitual en la comarca de Sanabria, y que se ha denunciado en numerosas ocasiones. Uno de los mayores problemas consiste en la dispersión de fincas particulares, algunas muy pequeñas y que hacen que terminen unidas a otras parcelas en beneficio de las personas que decidan explotarlas, por ejemplo para el pastoreo.