La propia auditoría encargada por Cecale sobre la gestión de la entidad refleja la existencia de "determinadas actuaciones que pudieran prestarse a interpretaciones sobre eventuales irregularidades". Hay otras que, pese a que no han sido puestas en cuestión por irregularidades, llaman mucho la atención del empresariado, sobre todo por su ausencia total de lógica, como el megalómano proyecto de la nueva sede de Cecale en Valladolid. Se trata de un edificio de 1.167 metros cuadrados repartidos entre dos sótanos para garaje, planta baja, primera, tercera y cuarta que disponía incluso de cocina y comedor. Costó 5,1 millones de euros, una inversión desorbitada que se inauguraba en septiembre de 2011, ya con la crisis económica en pleno apogeo. Empresarios consultados por este diario se preguntan qué objeto tenía la nueva sede, ya que estaba mal situada, estaba totalmente sobredimensionada y en su ejecución no se reparó en gastos. "Unas cortinas costaron seis mil euros", recuerda un industrial zamorano buen conocedor del asunto consultado por este diario. Si en 2012 eran pocos los que se atrevieran a criticar la gestión de Terciado, dos años más tarde, parece que el empresario está en caída libre. La Junta, entre tanto, por boca de su consejero de Economía, Tomás Villanueva, aseguró que la Junta no ha detectado ninguna anomalía en sus relaciones con Cecale.