Vecinos de la calle Obispo Nieto han alertado en los últimos días del peligro que supone un muro con arista situado en las inmediaciones del parque que está situado frente al colegio. Con apenas un metro de diferencia entre el lugar de recreo y la tapia de piedra, la zona se ha convertido en un sitio de riesgo para los niños que habitualmente juegan en la zona. El problema, según denuncian, surge de la excesiva acumulación de arena que aparece en el entorno. Con el movimiento de los pequeños, la arena se esparce y se queda en la acera, lo que ha provocado más de un resbalón con consecuencias de diversa consideración.

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los vecinos ha sido el último de los accidentes allí registrado. Ocurrió el pasado miércoles día 24 de septiembre. Una niña de 22 meses que jugaba por la zona, resbaló con la gravilla desprendida del parque y terminó golpeándose con el muro. La mala suerte hizo que la cabeza de la niña impactara directamente con la arista que divide la tapia, lo que le provocó un "traumatismo, hematoma con inflamación a nivel frontal" según se desprende del parte médico de urgencias -a donde fue inmediatamente trasladada la menor- al que ha tenido acceso este diario.

Los vecinos y padres, cuyos niños juegan habitualmente en el citado parque de Obispo Nieto, solicitan que el área de recreo se adapte a las nuevas instalaciones sin peligro que ya existen en otros puntos de juegos en la ciudad de Zamora, tales como suelos de caucho para evitar lesiones. Una solución que pondría fin a los resbalones en la zona a causa de la arena acumulada y repartida por el entorno.