Luis Miguel Sáez es un librero radicado en la ciudad de Ávila que por primera vez participa en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que permanece abierta en la calle Santiago Alba Bonifaz, enfrente del teatro Elvira Fernández, hasta este domingo, día 21 de septiembre.

-Usted abrió hace un año una librería, ¿qué le hizo llegar al sector en plena crisis?

-Trabajé en el Círculo de Lectores puerta a puerta vendiendo libros, luego en la sección de librería en el Corte Inglés de Madrid y posteriormente en la Casa del Libro. Cuando me quedé en el paro pensé en montar mi propia librería en Ávila. De eso hace un año. Desde el inicio comencé a tener ejemplares de libro antiguo y en los últimos meses hemos ido ampliando este campo y hemos apostado por empezar a ir a ferias.

-Para una librería convencional ¿el libro antiguo puede ser una salida?

-Sí, es una puerta más que se abre para mantenerse abierto. Es un tipo de libro que demanda un público muy concreto, dado que el volumen nuevo tiene un precio más elevado, mientras que estos libros tú los puedes vender a un euro o a dos, unos precios asequibles con la crisis. Para hacerse un librero con fondos de antiguo lo que haces es comprar a particulares que venden colecciones, algo muy en auge ahora por la situación económica, y a editoriales que se deshacen de muchos volúmenes. También tengo números de cómic, libros clásicos y colecciones muy variadas así como diversas láminas. Lo más complicado es hacerse con coleccionista que confíen en ti y con un amplio fondo.

-¿Resulta complicado abrirse camino en este sector tan especializado?

-Sí, sin duda. Además también trabajamos con restos de editoriales e intentamos hacernos un hueco a través de las compras on line, pues es un mercado más amplio. Tanto en el libro convencional como en ese campo más especializado compites con los nuevos soportes, con el ebook y la tableta, pero creo que el libro tradicional sobrevivirá durante muchos años. Muchos títulos nunca serán pasados a los programas para ser leídos con las nuevas tecnologías.

-¿Quiénes son las personas que se acercan hasta los puestos de libro antiguo y de ocasión?

-Son personas que nada tienen que ver con los clientes de las librerías convencionales y no varían mucho de unas ciudades a otras. Normalmente gente que le gusta cierta temática, como la histórica o el arte, por ejemplo, y luego clientes que buscan libros para incrementar los fondos de sus colecciones muy diversas.

-Lo más raro que le han solicitado en la feria de Zamora es...

-Aquí hasta el momento no me han demandado nada extraño, pero en otras, libros del siglo XIX que no tengo e intento satisfacer al cliente contactando con otros que tienen más fondos que yo, con otros compañeros de Barcelona o de Madrid.

-¿Qué le ha impulsado a asistir por primera vez a la feria de esta ciudad?

-Es la tercera feria a la que acudo. Es una muestra que se celebra en Castilla y León y quise probar porque mis compañeros hablaban bien de ella. Me parece que la ubicación elegida no es mala, está situada en un lugar de mucho tránsito en la ciudad. No obstante, me hubiera gustado más que nos hubieran situado en la Plaza Mayor, como sucede en otras ciudades, pero cuando abrimos coincidimos con el Mercado Medieval. Además el horario es bastante amplio, de 10.30 a 14.00 horas y desde las 17.00 hasta las 21.30 horas