"La prisión preventiva es una media de seguridad, no se puede equiparar a una condena, tampoco existe riesgo de fuga y no existen indicios suficientes" que apunten a los dos únicos imputados en el crimen de Ricobayo como autores del asesinato del vecino del barrio de Las Llamas, un hombre de 52 años, que apareció flotando en las aguas del embalse el 13 de septiembre de 2012. Estos argumentos son los esgrimidos por la defensa de los dos procesados de iniciales R.R.J. y R.L.S. y conocidos de la víctima, para exigir la excarcelación, cumplidos ya los dos años de prisión preventiva, dado que es el máximo que prevé la Ley. La Audiencia Provincial, tras la vista celebrada ayer, en la que los acusados estuvieron presentes, tendrá ahora que valorar esas tesis para decidir si amplía la reclusión de ambos hasta el juicio con jurado, previsto para final de año.

Desde la Fiscalía se ha exigido el mantenimiento de la prisión preventiva hasta que se dicte una sentencia, al entender que sí existen pruebas suficientes para condenar a los dos acusados por la violenta muerte del zamorano, cuyas iniciales son J.H.M., quien falleció por asfixia y estrangulamiento, al respirar la tierra que le introdujeron en la boca mientras le oprimían el cuello, al parecer, con una mano.

La fiscal incidió en la proximidad de la celebración del juicio, lo que implica que se mantendrán recluidos durante poco tiempo hasta que la Audiencia dicte sentencia, para justificar su petición de que se mantenga la prisión provisional, dada la gravedad de los hechos que se imputan a los dos jóvenes procesados, ambos de etnia gitana y conocidos entre sí.

La fiscal, que exige 40 años de cárcel para los dos procesados por un delito de asesinato, basa esa acusación en el informe forense, elaborado tras practicar la autopsia del cadáver localizado por un pastor cuando cuidaba a sus ovejas en las inmediaciones del embalse de Ricobayo, quien atisbó una bolsa de plástico blanca flotando en las aguas. Los asesinos usaron el envoltorio para ocultar el rostro de su víctima antes de arrojarla al agua, maniatada y con un objeto asido a los pies que se soltó y propició que el cadáver flotara, ayudado del efecto boya de la bolsa. Antes le habían propinado una brutal paliza con palos o piedras, apuntan los forenses.

Las indagaciones policiales apuntaron a que la mortal agresión se produjo después de que los dos procesados acudieran al domicilio del finado, situado en Las Llamas, y mantuvieran una discusión relacionada con un asunto de drogas.

Los mismos argumentos que la Fiscalía expuso la abogada de la familia del finado, que solicita la misma pena de prisión para cada uno de los procesados por considerar que cometieron el crimen. La letrada incidió en la existencia de pruebas que demuestran que R.L.S. y a R.R.J. fueron autores del asesinato del hermano de sus clientes para cimentar la exigencia de que ambos permanezcan en prisión hasta que se desarrolle el juicio y el jurado decida sobre la culpabilidad o inocencia. Ese veredicto servirá de base a la magistrada que dirigirá la vista oral, Esther González González, para determinar la condena o absolución. La Audiencia decidirá en breve la fecha de la vista oral, en la que intervendrán nueve ciudadanos como integrantes del jurado, quienes escucharán durante varios días a los acusados, los dos imputados como encubridores de uno de aquellos, de R.L.S., y los testigos que propongan la fiscal y los abogados de las acusaciones y defensas, así como a los forenses.