El Grupo Magnus es viable con la actual línea de producción del ovino. El diagnóstico unánime de las tres auditorías encargadas por la Administración Concursal favoreció un nuevo impulso económico, con la implicación de Caja Rural en un plan de financiación para tratar de recuperar la firma y sortear el cierre que ahora se avecina. El futuro parecía mejorar una vez abandonada la línea de producción del porcino, negocio que desestabilizó los beneficios de la sociedad con sedes en Arcenillas y Coreses.

El horizonte parecía despejarse a finales de 2013, con el vuelco de la producción en la campaña de navidad, cuyo resultado mantuvo expectante a directivos y trabajadores, que aspiraban a ver unas ventas muy superiores a las conseguidas finalmente. La Administración Concursal logró convencer a la entidad de ahorro para que apostara por la industria de transformación del ovino e impedir su desplome en el mercado. El respaldo de la financiera ha permitido la continuidad de la actividad productiva de Magnus, a pesar de que la sociedad estaba inmersa en el concurso de acreedores presentado en el mes de junio de 2013, hace un año en estos días. La plantilla ya había mermado para entonces, si bien la firma zamorana llegó a emplear a 230 personas en la provincia, lo que demostraba la alta rentabilidad de un negocio que se creía volvería a ser próspero al cerrar el ciclo de producción del ovino. Pero los beneficios no han sido los necesarios.