La pequeña iglesia románica del Espíritu Santo sirvió de marco a la ceremonia religiosa de entrada de nuevos hermanos. Los responsables de la Hermandad realizaron la tradicional imposición de cíngulos a 38 aspirantes, que podrán desfilar el próximo Viernes de Dolores. La juventud y la ilusión fueron el denominador común de los fieles que pasan ya a engrosar las filas del Espíritu Santo.