La pieza de forja «Leyenda del siglo X» que el artista Gregorio Fagúndez donó a la ciudad será trasladada dentro de unos días de su ubicación actual, el Puente de Piedra, para su instalación definitiva en la avenida del Nazareno de San Frontis. Éste es el acuerdo adquirido por el propio creador y el Ayuntamiento, ya que Fagúndez manifestó su deseo expreso de que la ubicación definitiva estuviera «en mi barrio, Pinilla, o en algún otro lugar lo más cercano posible al río en su margen izquierda, por ser este el marco en el que se desarrollaron los acontecimientos a los que mi obra se refiere», expresó el autor en una carta remitida a la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón.

El artista zamorano se inspiró en la leyenda y en el río para crear una singular escultura que representa a un pez a punto de ingerir un anillo, con el perfil de la Catedral al fondo. La vieja leyenda cuenta que San Atilano peregrinó a Jerusalén en penitencia por algunos pecados de su juventud. Mientras cruzaba el puente romano, arrojó su anillo episcopal al río Duero con la esperanza de recuperarlo algún día como prenda segura del perdón obtenido. A los dos años, regresó de incógnito a Zamora y recibió hospedaje y comida en una posada ubicada en el actual cementerio. Al abrir un pez que la posadera le ofreció para cenar, encontró dentro su anillo. Las campanas de la ciudad empezaron a repicar y los zamoranos acudieron a recibirle jubilosos por su regreso.

El material de la obra tiene como base principal las barandillas centenarias originales del Puente de Hierro, retiradas durante los últimos trabajos de restauración del viaducto. La creación de forja, que lleva desde noviembre en el Puente de Piedra, tiene más de tres metros de altura y será retirada del viaducto antes de que llegue Semana Santa.