Tan solo había pasado una semana cuando la Guardia Civil sorprendió a un conductor que, por segunda vez, había sido parado por los agentes en un control rutinario para descubrir, como habían hecho sus compañeros apenas siete días antes, que conducía sin puntos en el carné. En esta ocasión, por la que se le juzgó ayer, se encontraba circulando por la N-631, en el término de Pozuelo de Tábara. El detenido se negó a enseñar a los agentes su documentación y fue entonces cuando averiguaron que carecía de puntos. El Ministerio Fiscal solicitó para él una pena de cinco meses de prisión como autor de un delito de conducción con carencia de puntos, apreciando en el hecho la circunstancia de reincidencia.

Por otra parte, un jubilado se conformó con la pena solicitada por la fiscal de una multa de 340 euros y un año de retirada del carné de conducir, aunque en esta ocasión por circular bajo los efectos del alcohol. Los hechos ocurrieron en la ZA-633, en el término municipal de Toro. Los agentes de la Guardia Civil no pudieron comprobar la tasa de alcohol en sangre del acusado, que conducía un tractor, ya que era incapaz de insuflar para la prueba y ofrecer respuestas coherentes.