El aparente desajuste entre la cuenta contable de Génova y la de Zamora en lo que respecta a los cargos públicos de 2008 coincide en el tiempo con el año en el que Luis Bárcenas se estrenó como tesorero en el Partido Popular de Madrid y Dolores de Cospedal como secretaria general. Precisamente ese año el PP presentó una auditoría interna para sus cuentas «sin firmar por ningún auditor interno para validarlas», según un informe del propio Tribunal de Cuentas, además de carecer «de firma y contenido». Precisamente el contexto de este escándalo nacional ha hecho más daño al Partido Popular de Zamora, que aclara que las aportaciones para el mantenimiento del partido «salen directamente de sus sueldos en el caso de los liberados o retribuciones por sus cargos, en el caso de los no liberados». Además, subrayan que la contabilidad del PP de Zamora «pertenece en exclusiva a la formación, en ningún caso a los grupos políticos en las distintas instituciones de la provincia».