La nueva etapa de los autobuses de la capital llega con casi cuatro años de retraso, el tiempo que hace que caducó la última prórroga concedida a Autobuses Urbanos de Zamora, Aurza. La entrada en escena de la nueva concesionaria, que ha asumido el nombre de Semura Bus, llega antes de la subida prevista de la tarifa, tal y como confiaba el concejal de Planificación y Gestión de Servicios, Francisco Javier González. La nueva empresa marca una nueva etapa de un servicio que ha pasado por el incendio más grave de la última década en la capital, un concurso desierto y, en último término, un recurso presentado por una UTE que también optaba al servicio.

t De 30 años a casi 54. Más de medio siglo ha transcurrido desde que Autobuses Urbanos de Zamora rubricara con el Ayuntamiento su primer contrato. El convenio fue firmado por un espacio de 30 años a cuyo término fue prorrogado por otros 15 más. El periodo fue ampliado nuevamente por otro lustro que caducó en junio de 2009, tras medio siglo de concesión. La empresa zamorana, veterana en el sector, no se presentó al concurso para la nueva licitación.

t Tragedia en pleno Domingo de Ramos. Nadie podía augurar que en plena Semana Santa de 2010 la ciudad viviera el incendio de mayores consecuencias económicas de la última década en la capital. Un fuego quemó once autobuses urbanos y la cochera provocando daños por encima de los 1,3 millones. Las llamas arrasaron la parte trasera y la techumbre de la nave de Aurza tras un fuego declarado a las 9.00 horas de la mañana, un incendio que deshizo literalmente once de los doce autobuses que permanecían en la cochera. Solo se salvaron del amasijo de hierro resultante cuatro vehículos.

t Solución transitoria. La solidaridad en el sector del transporte permitió el restablecimiento del servicio el mismo día de la catástrofe tras llegar a un acuerdo con tres compañías de transporte. Las empresas zamoranas prestaron sus vehículos para mantener toda las rutas y líneas a disposición de los ciudadanos. Un contrato de colaboración entre Aurza, Tamame, Castaño y Santiago Díez permitieron restablecer el servicio con normalidad.

t Carrera de obstáculos. Cuando parecía que la implantación de un nuevo servicio de autobús era inminente, el concurso para adjudicar el contrato quedó desierto en enero de 2012 ante la ausencia de empresas dispuestas a presentar ofertas en las condiciones económicas establecidas en el pliego. El obstáculo obligó a una nueva tramitación que se alargó meses en el tiempo. La revisión económica del contrato demoró aún más el concurso para ajustarlo a la nueva situación. Las ocho empresas que se mostraron interesadas en el servicio se toparon con dificultades para financiar la fuerte inversión inicial que requería el contrato, sobre todo, durante los dos primeros años, con alrededor de cinco millones. A la situación se sumó una amenaza de huelga de los trabajadores por impagos.

t Adjudicación con sorpresa. A finales de año por fin el concurso sale adelante con tres empresas interesadas en la gestión del transporte colectivo en Zamora: la vasca Cuadra Bus, la UTE formada por la zamorana Adventum 2000 y las firmas salmantinas Grupo Ruiz y Salamanca de Transportes, así como la empresa gallega Aucasa. La adjudicación recayó en la firma vasca, con una propuesta económica que ahorra alrededor de 150.000 euros al año con respecto al pliego de condiciones. Sin embargo, días después a la adjudicación, la UTE zamorana y salmantina sorprendió con un recurso del contrato. Las empresas cuestionaban la valoración realizada por los técnicos municipales durante el concurso, tanto en el sobre B, donde se evalúan la propuestas técnicas de los aspirantes, como en el sobre C, donde se presenta la oferta económica. Además, cuestionaban también la solvencia técnica requerida en el concurso de adjudicación, ya que el Ayuntamiento solicitó experiencia en transporte colectivo de viajeros y la UTE consideraba que se debería haber especificado que esta experiencia fuera en transporte urbano.

t Habla el Consultivo. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales falló el 20 de febrero a favor del Ayuntamiento y respaldó la adjudicación a la empresa vasca. El fallo ratificó tanto la solvencia de la empresa como la puntuación otorgada por el informe de la jefatura de la Policía Municipal y del servicio de Hacienda. No obstante, el fallo del Consultivo tiene opción de recurso contencioso administrativo.

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