La mediación de la Junta en el conflicto entre las trabajadoras de limpieza de colegios y edificios municipales y la empresa Seralia no dio ayer sus frutos. La huelga se mantiene después de que empresa y empleadas rompieran de nuevo las negociaciones ante la falta de acuerdo sobre el futuro de la prestación. La reunión, que en principio tenía visos de poner solución a una huelga que cumple hoy su décimo día, no surtió efecto ante la negativa de las empleadas a asumir una reducción de sueldo y jornada laboral por encima del 5%. La propuesta de la empresa pasa por la readmisión de las cinco trabajadoras despedidas a cambio de recortar una medida del 18% la jornada y los sueldo, un tijeretazo por el que la plantilla no está dispuesta a pasar dados sus salarios actuales.

Ante esta situación, «la pelota está ahora en el tejado de Seralia», apuntó ayer el secretario sectorial regional de limpiezas en UGT, Manuel Antón, al término de la reunión. No obstante, la empresa estudiará en próximos días las exigencias de la plantilla, que ve como única salida la rescisión del contrato. La tramitación para romper este acuerdo llevaría un largo periodo de tiempo, en torno a cuatro meses, y la exigencia de pasar por el Consultivo, lo que ofrece un panorama complicado a empresa y trabajadoras.

Mientras tanto, el Ayuntamiento abre expediente sancionador a la empresa por incumplimiento de contrato, una tramitación iniciada antes incluso de que las trabajadoras iniciaran la huelga a consecuencia de las deficiencias comunicadas por los centros escolares a la institución local. Estas quejas se suman al incumplimiento de los servicios mínimos establecidos durante el periodo de huelga. El expediente sancionador podría derivar en una rescisión del contrato. En cualquier caso, el Ayuntamiento está decidido a aplicar una rebaja en el presupuesto de Seralia aprobado por contrato con las deducciones correspondientes a los incumplimientos.

En el caso de que se lleven a cabo más despidos y nuevas contrataciones, la situación se complicaría ya que la próxima adjudicataria no estaría obligada a asumir a las futuras empleadas, solo a las actuales. El Ayuntamiento estuvo ayer representado a través del concejal de Planificación y Gestión de Servicios, Francisco Javier González, y del secretario municipal. El edil reconoce que la reducción del contrato «ha sido fuerte», pero puntualiza que «nosotros hemos exigido frecuencias y calidad, no hemos impuesto los horarios». González razona que «el Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo muy importante» y explica que una modificación del contrato tiene su riesgo, ya que «estaríamos al límite legal y con las restricciones que imponen las leyes de estabilidad presupuestario, podrían darnos un toque de atención».

Los padres y madres de alumnos de los 15 colegios afectados por la huelga han convocado para hoy concentraciones en los centros para exigir una solución al conflicto y en señal de protesta por los problemas causados por la huelga. En el caso de La Candelaria, «los problemas no vienen de ahora, comenzaron con el cambio de concesionaria», sostienen.

Las casi cuatro horas de reunión entre comité, Ayuntamiento, Seralia e Inspección de Trabajo en la Oficina Territorial de Trabajo no sirvieron más que para enconar una situación ya de por sí delicada. Cuatro horas en las que la prensa estuvo obligada a esperar en la calle al recibir los guardias de seguridad «órdenes» de «no dejar pasar a los medios más allá del hall», pese a ser un sitio público.