Hace casi tres años, en diciembre de 2008, el presidente del Partido Popular reforzaba su equipo personal con el fichaje de Víctor Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, un «fontanero» de Rajoy colocado en el segundo puesto de la lista al Congreso por Zamora. Nacido en 1961 en Madrid, es hijo del ex-presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo. Fue presidente de Correos (2003-2004) y subsecretario de Fomento durante el Gobierno presidido por José María Aznar (1996-2000), con Rafael Arias Salgado como ministro. En algunos círculos se interpretó el nombramiento de Jorge Moragas como jefe de gabinete, como un intento por devolver un mayor poder a Génova frente al que estaba adquiriendo el grupo parlamentario con Soraya Sáez de Santamaría al frente. En el equipo de Moragas hacía falta gente eficaz. Y Calvo-Sotelo aportaba al núcleo decisorio de la calle Génova su sólida formación, ya que es ingeniero de Caminos, MBA en gestión de empresas y habla inglés y francés, y su experiencia de gestión tanto en escalones altos de la Administración central como en la empresa privada, pues ha sido director de gestión de proyectos de Airtel y ha trabajado en AUNA.

Discreción y capacidad de trabajo ( «está ahí, ante el ordenador, como uno más» pese a su impresionante currículo) son dos de las cualidades buscadas por Mariano Rajoy con su nombramiento en su círculo de trabajo más próximo, así como sus contactos internacionales.

Además, el papel de Víctor reforzaba el vínculo del Partido Popular con el centro histórico que encarnó la figura de su padre, Leopoldo Calvo-Sotelo.

Calvo-Sotelo trabaja en el gabinete de Presidencia del partido, dirigido por Jorge Moragas, y ha asumido la función de enlace con el grupo parlamentario. Dentro del PP, ha formado parte de la Comisión Nacional de Infraestructuras del partido, área a la que ha aportado su experiencia en Fomento durante las etapas de Arias-Salgado y Álvarez-Cascos. En ese departamento ocupó el cargo de subsecretario entre 1996 y 2000. Fue entonces cuando se pusieron en marcha infraestructuras que se han venido inaugurando en estos últimos años, como las radiales de peaje de acceso a Madrid o el túnel de Guadarrama del AVE Madrid-Valladolid, así como otros ejes de la alta velocidad ferroviaria. Al frente de Correos, de 2003 a 2004, gestionó la modernización y cambio de imagen de este organismo, con el fin de prepararlo para afrontar la liberalización total del sector y la competencia de internet.

En el paréntesis entre 2001 y 2003 fue presidente de Quiero Televisión y vicepresidente de la Fundación AUNA. El desembarco de Calvo-Sotelo significa la salida de otro cunero instalado hace cuatro años en las listas del PP zamorano al Congreso. Se trata de Gustavo de Arístegui, quien ayer desconocía aún su destino político, aunque recurría a la frase obligada de estar «a disposición del partido» y «donde quiera mi presidente, Mariano Rajoy».

Arístegui ha sido la voz que ha fijado la postura del PP en numerosos asuntos internacionales, como portavoz del partido en la comisión correspondiente y más de una vez ha debatido con el zamorano Jesús Cuadrado, diputado del PSOE en esta legislatura que concluye sobre asuntos de relaciones internacionales vinculados sobre todo a las fuerzas armadas. El hecho de alinearse con el presunto sector crítico del PP contra el liderazgo de Rajoy, tras las anteriores elecciones, le han hecho perder muchos enteros en las quinielas para el reparto de puestos relevantes. Con respecto a Zamora, sin embargo, en los cuatro años de legislatura no se le ha visto el pelo, aunque ha sido un político accesible a los medios de comunicación locales cuando se le requería su opinión sobre algún asunto en el que tenía voz autorizada.

Sea como fuere, la organización provincial del Partido Popular, según informó Europa Press citando fuentes de la mencionada formación, deseaba en esta ocasión no llevar ningún «cunero» en sus listas, con el argumento de que esta sería una estrategia para combatir al cabeza de lista del PSOE de Zamora, el ministro Antonio Camacho, quien tampoco tiene ninguna relación con la provincia. Sin embargo, al final han primado los deseos de la dirección nacional.