Consuelo Plaza Aranda es una de uno de los artífices de las muestras colectivas «Encuentros» que se han celebrado en Doetinchem, en Holanda, y que hasta el próximo día 16 de junio se exhibe en sala de exposiciones de La Alhóndiga.

-¿Cómo han surgido las muestras «Encuentros»?

-Quería dar a conocer a los artistas holandeses y fomentar su obra. Contacté con el director de la página web arte informado, Carlos Guerrero, quien me animó a mostrar sus cuadros en España, lo que me motivaba mucho, puesto que tengo dos culturas. En mi caso amo mis raíces y también donde vivo. En Holanda he puesto en marcha la fundación Hispánico y la Universat. En Doetinchem, una localidad pequeña, que está a 120 kilómetros de Ámsterdam, existe un molino que se usa como museo, que es propiedad de un patronato y que lo ceden para hacer exposiciones. Para mí el arte tiene que ser sin perjuicios, tienes que manifestar lo que sientes y tu obra debe de estimular a otros artistas. Así conocí la creación de Manuel Ángel Martín Bartolomé y me gustó, por lo que contacté con él y me dijo que era de Zamora. Yo no conocía ni la ciudad ni a los artistas que había en esta población.

-¿Cómo contactó con el grupo de artistas de la Plaza de los Pintores?

-Todo sucedió por medio de Manuel Ángel Martín Bartolomé. Él me comentó que existía un grupo de artistas en esta ciudad que forman parte de la Plaza de Los Pintores. A través de él contacté con Félix Matilla, a quien le propuse mi idea de dar a conocer a los artistas. Pensábamos de la misma manera y él quería celebrar las dos exposiciones al mismo tiempo, pero como yo debía de estar en el molino, porque no tenemos a ninguna persona trabajando, en Zamora hubo que retrasar la muestra. Cuando abrí los paquetes que me envió el comisario Félix Matilla comprobé la excelente calidad de los pintores de Zamora.

-¿Por qué?

-Al verlos y colgarlos en las paredes, me entró carne de gallina al contemplar las obras de los autores de Zamora. Se salían del patrón de todo los demás artistas españoles que se mostraban. Para mí fue una maravilla darme cuenta del arte distinto, con diversos gustos existen en un mismo colectivo como es la Plaza de los Pintores. Finalmente en Holanda expusieron 55 artistas españoles tanto del colectivo de creadores zamoranos como artistas de otros puntos del país.

-La primera entrega de «Encuentros» ha tenido lugar recientemente en Holanda. ¿Qué acogida ha tenido?

-Vinieron muchísimos holandeses e incluso personas desde Alemania. También contacté con el Instituto Cervantes, con la Embajada Española... El público esperaba que hubieran podido ir los artistas españoles. Hacer una exposición implica una gran inversión y hay que tener en cuenta que los artistas no puedan pagar un viaje. Ya es bastante costoso enviar una obra por correo. Para esta muestra optamos por piezas pequeñas de menos de 40x40 centímetros. Como artista me parece muy enriquecedor y estimulante hacer obras cuyas dimensiones faciliten que se puedan transportar.

-¿Qué supone esta segunda parte de «Encuentros», que se exhibe en La Alhóndiga, y en la que figuran tres artistas holandeses y usted misma también en esta categoría?

-Para mí lo fundamental es el contacto logrado entre culturas. Lo que se puede percibir a través de las creaciones de holandeses es que utilizan mucho los tonos grises, los colores secundarios e incluso los terciarios por la abundante lluvia. El tiempo hace que plasmen su energía con otras gamas cromáticas. Si ves la luz de Maribel Lozano o de Pilar Juan Fradejas o de la abstracción de Bartolomé... es muy distinta. Observo una gran diferencia en el arte español al holandés. Me place que con este intercambio se conozca lo que se hace en ambos países.

-¿Habrá más actividades conjuntas?

-Tanto el comisario Félix Matilla como yo tenemos la intención de que sea una iniciativa que persista. Las fechas seguramente sean las mismas porque allá en mejor hacerla en mayo porque ya hay buen tiempo. Además, me gustaría que el próximo año pudieran acudir artistas zamoranos a Holanda.

-Como artista, ¿qué supone para los artistas de un país y del otro esta iniciativa?

-El intercambio es una manera de promoverse a sí mismos. La crisis tiene una resonancia en el mundo cultural. En mi caso yo he acercado a autores holandeses profesionales que tienen que vivir de su arte. En una galería de primera cuesta mucho dinero y mi idea es la divulgación y el encuentro con la cultura del artista.

-En España las instituciones están recortando el apoyo económico a la cultura. ¿Qué está sucediendo en Holanda?

-Lo mismo, lo que nos está haciendo aprender. Los artistas tenemos que tener nuevas ideas ante la crisis. No hace falta tener mucho dinero para exponer incluso en el extranjero si hay algo o alguien que dispone de una buena idea. Es un error aguardar a que los gobiernos te den ayudas para tu arte. En las épocas de crisis han salido los mejores artistas.

Estudió Bellas Artes en la Universidad Autónoma de Madrid y posteriormente se especializó el Arte y Arqueología. Ha trabajado en el Museo de Ampurias así como en otro espacio museístico en Murcia. Posteriormente se marchó a Holanda en el año 1975. Desde entonces vive a caballo entre Mallorca, Holanda y Madrid. Se identifica tanto española como holandesa, de ahí que disponga de la doble nacionalidad. Ha sido coordinadora de cultura, ha puesto en marcha fundaciones para fomentar la cultura e intenta fomentar la divulgación de los artistas. «Empezar en el mundo del arte es fácil, lo complicado es seguir tras más de 30 años» reconoce en su estancia en Zamora para conocer la muestra llegada a cabo en La Alhóndiga.