Los valores catastrales de Zamora no se modifican desde hace trece años y actualmente están en el 31%, por término medio, del teóricamente valor de mercado de la vivienda. Con la reforma catastral en marcha, estos valores se actualizarán hasta una media del 48 por ciento del valor de mercado. En la práctica, esto supone que una vivienda de la calle Abuches en el barrio de San Frontis, que en el mercado inmobiliario cotiza a 160.250 euros tiene ahora un valor catastral de 47.935 euros, mientras el año que viene pasará a 74.553. Un piso en Los Bloques, en Alcalá Galiano, de 183.333 euros de valoración figura en el Catastro con 63.260 euros y pasará a 92.332, o una vivienda en Alfonso Peña que se cotiza por 150.761 está valorada catastralmente en 41.360 euros y pasará a 75.980. En las Tres Cruces un piso que cueste 199.991 euros pasa de un valor catastral de 59.068 a otro de 96.502. Los valores catastrales sirven de referencia para calcular el IBI, con lo que si no se modula el coeficiente que aplican las administraciones, la repercusión para los propietarios será cuantiosa.

Son ejemplos prácticos que figuran en la ponencia de valores catastrales de Zamora capital, actualmente en exposición pública, un detallado estudio donde se explica por qué el valor catastral medio de un piso en la capital pasará de 35.300 euros a 55.349 euros. En primer lugar está el largo periodo de tiempo transcurrido desde la última revisión catastral, que ha hecho que el valor con el que figuran en este departamento del Ministerio de Hacienda diste mucho del real de mercado, casi un 60% de diferencia.

Con la revisión se aminora este abismo hasta un 48 por ciento de media, aunque según los casos, algunas viviendas se quedarán con un valor catastral que supone el 45% del precio de mercado mientras en otros casos sube al 55 por ciento. La situación es uno de los parámetros a tener en cuenta a la hora de asignar un valor catastral a un inmueble, y en este sentido la ciudad está dividida en una serie de polígonos que agrupan los distintos barrios y zonas del centro de la ciudad.

También se consideran otros factores, como antigüedad, servicios , el estado de la vivienda o el año de construcción. Se utilizan distintas fórmulas matemáticas para asignar las valoraciones tanto del suelo como de la construcción para ajustarse lo máximo posible a la realidad. Incluso en el documento de la ponencia figura un estudio general sobre la ciudad y su vitalidad económica, que se tiene en cuenta a la hora de determinar los valores.

Asimismo durante estos años se ha modificado sustancialmente el desarrollo urbanístico de la ciudad, especialmente con la aparición de nuevos espacios urbanos, entre los que cita urbanizaciones como la de Los Navajos, Espíritu Santo o Benedictinas.

En principio no se aprecian diferencias sustanciales, porcentualmente hablando, en lo que supondrá la subida en unas u otras zonas de la ciudad, aunque nominalmente, cuanto mayor sea el valor del inmueble, más fácil.