«Peregrinar no es sólo disfrutar de la andadura, peregrinar es también ofrecer un gesto solidario como un abrazo a los hermanos de Haití y acompañarlos en su dolor», señaló Alfonso Ramos de Castro uno de los organizadores de la andadura solidaria en la que participaron ayer los Amigos del Camino de Santiago de Zamora.

Los peregrinos se concentraron en la iglesia de San Ildefonso donde, minutos antes de iniciar el recorrido, escucharon las palabras de Abraham Haim, en representación del pueblo de Israel y de Rushdi Abardán, en nombre de los musulmanes, quienes manifestaron que el peregrinaje es también un «encuentro de todas las creencias» y que la paz del mundo sólo será posible «si caminamos todos juntos».

Durante su intervención Abraham Haim sostuvo que «después de ver las imágenes que se muestran de la tragedia que está viviendo Haití es imposible no querer colaborar. Nosotros queremos hacerlo de esta manera, uniéndonos al dolor de los sobrevivientes, apoyándolos tanto moral como espiritualmente».

Por su parte, el médico musulmán Rushdi Abardán, señaló que «iniciativas como ésta que buscan la unión de todas las creencias y religiones en torno a una causa común son necesarias aunque lo ideal sería que no sólo se realicen en momentos dolorosos como el que estamos viviendo».

Los peregrinos que participaban por primera vez en una de las actividades de los Amigos del Camino de Santiago recibieron, durante una sencilla ceremonia, la concha peregrina. Como explicó Alfonso Ramos de Castro «se trata de un rito jacobeo que se originó en el siglo XII en el que los hermanos que ya están en posesión de la concha que es el símbolo del peregrino se la imponen a los nuevos hermanos».

Entre los nuevos peregrinos se encontraba la subdelegada de Gobierno, Pilar de la Higuera, quien sostuvo que se había decidido a participar en la andadura motivada especialmente por la causa en favor de Haití: «Siempre había querido participar en una de estas andaduras y que mejor momento para hacerlo que al tratarse de una peregrinación solidaria».

Otro de los que se estrenaban en

las caminatas es Javier Redondo quien señaló que «quiero colaborar con Haití de alguna forma, me gustaría estar ahí ayudando pero al no poder hacerlo creo que el participar en una iniciativa como esta es también una forma de demostrar solidaridad».

Tras la ceremonia se inició la andadura. Los peregrinos caminaron hacia la Catedral, para luego de traspasar la Puerta del Obispo continuar por las Peñas de Santa Marta, la avenida de Vigo, cruzar el Puente de Piedra y tomar dirección a San Marcial. La ruta continuó por Tardobispo, El Perdigón y Entrala hasta llegar al Brocal de las Promesas donde están ubicados los Monolitos de las Tres Calzadas.

En ese lugar los peregrinos de Zamora se unieron a otros caminantes llegados desde otros pueblos de la provincia e incluso desde Salamanca. Todos juntos entregaron como ofrenda una corona de flores y rogaron por el sufrido pueblo haitiano.