El levantamiento de los jardines del Catillo será inminente al objeto de «rebajar la presión que ejercen sobre la muralla y la propia fortaleza», que propician desprendimientos del lienzo como el ocurrido la madrugada de ayer, tras las fuertes lluvias, en palabras de la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón.

El visto bueno dado ayer por la Comisión de Patrimonio al proyecto presentado por el Ayuntamiento permitirá rebajar el terreno de los jardines hasta la cota de la Casa de los Gigantes, indicó el delegado de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro. El proyecto, que se prolongará durante dos meses, pondrá al descubierto posiblemente nuevos datos sobre el origen de la ciudad y sus primeros asentamientos, de acuerdo con las previsiones de su redactor, el arquitecto Francisco Somoza.

Los detalles sobre el diseño del nuevo jardín no han transcendido (a la espera de que lo conozca y lo apruebe la Comisión de Obras municipal), si bien se acometerá una reestructuración del actual y de la iluminación a fin de mejorar la visibilidad de la fortificación y resaltar su grandeza, indica Somoza.

El resultado final de las obras estará condicionado, asimismo, por los hallazgos que se produzcan en las diversas catas que se realizarán en la zona, bajo la supervisión de los técnicos de Patrimonio de la Junta. Una parte importante del terreno se dejará sin excavar, como reserva arqueológica, de acuerdo con la prescripción de la Comisión de Patrimonio.

La remodelación de esta zona cuenta con el respaldo de los grupos de la oposición, si bien critican que se justifique la intervención por los daños que ocasiona el exceso de tierra vegetal y las filtraciones que sufre la roca por la inexistencia de sistemas de drenaje. Aunque los grupos municipales del PSOE y Adeiza no cuestionan que esas circunstancias puedan influir en el deterioro del lienzo de muralla, denuncian como principal causa la falta de su mantenimiento y conservación. Los concejales socialistas Pilar de la Higuera y Luis Vicente Pastor acusan de «desidia y dejadez» al equipo de Gobierno del PP, que «ha despreciado» la propuesta que realizaron en su día para que se actuara, tras comprobar un mayor deterioro desde julio.

Por su parte el portavoz de IU, Francisco Guarido, sentenciaba que este proyecto obedece únicamente a que «se han dado cuenta de que no pueden construir el Museo de Baltasar Lobo por falta de tiempo y exceso de incompetencia y se ven obligados a utilizar los fondos europeos en algo relacionado con el entorno del Castillo». Una visión que comparte Adeiza, cuyo representante, Miguel Angel Mateos, acusaba al PP de «no haber hecho sus deberes» en lo que a la creación del Museo se refiere y «ahora deciden invertir en patrimonio para justificar» el gasto de los dineros procedentes de la UE. Al tiempo recordaba que «siempre hubo una cuadrilla de consolidación de la muralla que ahora no existe», por lo que falta un control de su estado para su correcto mantenimiento. Los grupos de la oposición solicitan la convocatoria urgente de una comisión en la que se analice la situación de la muralla.

Sin embargo, el director de las obras del Castillo y de este proyecto, el arquitecto Francisco Somoza, incidía ayer en la necesidad de levantar los jardines y recordaba que se ha remarcado en múltiples ocasiones durante los últimos meses la justificación de esta obra. Somoza explica que la actuación liberará las presiones que sufre ahora la barbacana y que generará a la larga desprendimientos.

Sin dejar de lado la importancia de mantener la muralla, precisa que es imprescindible «recuperar el equilibrio en ese sector, que tiene excesivo volumen de tierra y carece de sistemas de drenaje, por lo que la roca sufre filtraciones de agua y la que no se filtra se desliza y fluye a través de los sillares de la parte más baja de la muralla», lo que provoca su deterioro. Somoza insiste en que «ese es uno de los orígenes del derrumbamiento, dada la acumulación de agua en un sector -sobre el que se desarrollarán las obras- que tiene unos rellenos inadecuados de tierra, lo que provoca una degradación importante» de la muralla. En definitiva, «existe una patología por la falta de evacuación del agua».

Sanear la zona requiere rebajar los jardines a la cota de la Casa de los Gigantes, apostilla, al tiempo que se muestra partidario de restaurar la muralla». Subraya que no sólo el Castillo y la muralla sufren ese empuje de la tierra, «la Catedral también se está viendo afectada, así como las casas de la periferia».