- ¿Por qué en este momento un libro sobre el matrimonio de los Reyes de España?

- No es una biografía y menos una hagiografía. Es la historia de un hombre y una mujer que han sobrevivido a 45 años de matrimonio. Es un milagro, ya sabes que en una pareja lo primero que desaparece es la pasión. Luego está el amor, que muchas veces sufre con la convivencia, pero queda el cariño, que es lo que ha salvado a esta pareja.

- Después de haber escrito libros sobre don Juan Carlos y doña Sofía, ¿qué le empuja a escribir este?

- Cumplen 70 años; y son 45 años de matrimonio. Decidí publicar una serie de datos porque en este país hay muchos periodistas cortesanos -y hasta babosos y desleales- que sólo escriben aquello que saben que al Rey le gustará, ignorando que él desprecia a los cortesanos. En cambio el hombre leal, y yo lo soy, escribe lo que el Rey debe saber.

- Si no hubiera sido una pareja de la realeza, ¿se habría divorciado hace tiempo?

- ¡Por supuesto! Hace muchos, muchos años. Había problemas familiares, don Juan, la Familia Real, estaba en el exilio; el futuro de don Juan Carlos dependía de Franco y la relación de éste con su padre era terriblemente mala. En medio estaba el Rey; y en medio de todo, doña Sofía, siempre tan conciliadora, intentando que a su marido no le afectara aquel enfrentamiento. El Rey estaba harto de la situación, ella intentaba ayudar; y eso les enfrentaba.

- ¿Otras dificultades?

- Había problemas económicos: vivían con 70.000 pesetas; problemas religiosos: doña Sofía era ortodoxa en una época en que los griegos eran radicalmente ortodoxos, y los españoles radicalmente católicos. También hubo problemas dinásticos -algunos trataban de desplazar a Don Juan Carlos- y políticos.

- ¿Fue matrimonio por amor?

- No exactamente; no, no es la historia de un gran amor. Estuve en aquella boda, conocí el noviazgo que surgió de?, venían de unas relaciones fracasadas y se encontraron, son dos jóvenes de familia real y deciden unir sus vidas con un fin común, que ni existía: la monarquía española. Han tenido muchos motivos para el divorcio y si no lo hubo no fue porque no existiera en España, sino porque antepusieron su obligación a su devoción. Mientras, la Infanta Elena, a la primera de cambio, ha antepuesto esa devoción.

- ¿Cuál cree que fue la verdadera causa de esa ruptura?

- Tengo enorme admiración por la Infanta Elena, creo que se cometió con ella un atropello cuando no se el nombró heredera y los padres de la Constitución, machistas ellos, la apartaron por ser mujer, ¡inconcebible en un país moderno!. Tiene un carácter? es la más borbona de todos y congenio muy bien con ella, me gusta. También tengo mucho afecto por Jaime de Marichalar.

- Dice usted que Marichalar ha sido el gran perdedor de esa separación, ¿por qué?

- Es un gran tipo y tuvo la desgracia de sufrir un ictus cerebral que afecta a la relación de pareja, dicho por especialistas. Salió adelante y le quedaron unas minusvalías que, por más que quieran, enfrentan más a la pareja. Doña Elena intenta minimizarlo, pero a él le cuesta y eso ha debido crear muchos problemas en la pareja. Hay quien dice, entre ellos los periodistas cortesanos, "bueno, es un matrimonio como otro cualquiera", y no señor: es hija de reyes.

- También es persona, ¿no?

- Sí, también los reyes son personas y sufrieron mucho. Si no, no habrían llegado a 45 años de casados.

- Se dice leal, pero usted ha sido con frecuencia la chinita en el zapato de la Familia Real.

- No, no, soy un periodista independiente, como deben ser todos, algunos pueden permitírselo y otros no: yo tengo pagada la luz hasta que me muera. Pero aunque no la tuviera, sería crítico por mi enorme respeto por el Rey. Ocurre que soy riguroso y creo que la historia no se puede falsear.

- ¿Quién tiene un carácter más fuerte de los dos?

- Don Juan Carlos, que es muy simpático, tiene lo que se llama la ira real, yo lo he visto y he sido objeto de ella. Luego se le pasa, es generoso: si te da un grito o tiene un mal gesto, inmediantamente te da un abrazo. Doña Sofía es una profesional, que se esfuerza en ser muy amable. Si te ve, te exprime como un limón, tiene una curiosidad permanente.Y nunca sabes en qué momento está enfadada o no lo está.

- ¿Cuántas veces han levantado el teléfono desde la Casa Real para pedirle que frene su lengua?

- Nunca, aquí tengo que rendir homenaje a la figura del Rey: respeta la libertad de expresión. Cierto es que algunas cosas que yo he escrito o he dicho no han gustado.

- ¿Ni cuando ha criticado a Letizia?

- No, estoy seguro de que en el fondo, en algunas cosas, el Rey estaba de acuerdo conmigo. No me parecía la persona adecuada para suceder a doña Sofía. Nos vendieron durante 30 años otra reina, que los españoles hemos aprendido a admirar y respetar. Y el uno de noviembre de 2004 nos dijeron de repente y por sorpresa que ese modelo no valía; que la sucesora iba a ser una joven periodista; divorciada, lo que sorprendía; y nieta de un taxista, que es una profesión fantástica...

«Letizia ha logrado que Felipe deje de ser soberbio, distante y poco dialogante»

- ? Su discurso suena clasista y excluyente.

- No, no, cada uno es hijo y nieto de quien es.

- ¿Por qué no puede llegar a ser rey o reina el hijo de un taxista? Todo puede cambiar.

- Y las monarquías han cambiado, tenían que modernizarse. Piensa que es una institución medieval que ha llegado al siglo XXI, que en España ha valido muchísimo, sobre todo, en la Transición. Se regían por unas normas que las hacían especialmente endogámicas, y necesitaban sangre fresca: la primera fue Fabiola, que fue reina consorte de Bélgica; Silvia de Suecia, que era una azafata? pero casos como el de Noruega? estuve en esa boda y había algo que chirriaba: una mujer que había tenido relación con los bajos fondos, que actuó en los clubs nocturnos con escenas lésbicas, que se relacionó con la prostitución, convertirse en futura reina de un país, no me parecía normal.

- Alguna virtud le reconocerá a Letizia.

- Sí: ha cambiado totalmente al príncipe para bien: era un hombre distante, muy soberbio, muy poco dialogante, muy poco simpático a pesar de ser tan guapo. Y de pronto llegó una mujer como Letizia? Ha logrado que el Príncipe sea lo que su padre le pedía en aquellas cartas que le escribió cuando estudiaba en Canadá, que no le hizo ningún caso. Es un hombre que se siente feliz, como todo hombre enamorado. Lo que ocurre en Letizia es que ¡intenta ser tan perfecta?!

- ¿Trata de imitar a la reina?

- No porque la reina lo es, no lo intenta. Ella en lugar de ser natural, intenta ser más en todos los sitios. Yo le he recomendado "sé natural", ¡si ella tenía su encanto! Pero pierde espontaneidad porque, intenta buscar su estilo y no lo encuentra, trata de ser más seria que nadie, más perfecta que nadie. Luego se le ve que manda muchísimo y no lo disimula, como el resto de las mujeres.

- ¿Letizia ha encontrado su sitio en la Casa Real?

- Bueno, ehh?, cuando el Príncipe decide casarse con quien quiere, aunque no con quien debe, doña Sofía había declarado hacía años que haría lo imposible para que se casara con quien debía y, si él persistía en lo contrario, que haría todo porque funcionaria el matrimonio. ¡Y es lo que ha hecho!

- ¿Realmente existe entre doña Sofía y Letizia esa aparente relación estrecha y confidencial?

- No se sabe, la profesionalidad de la Reina impide saber si Letizia le gusta o no. Así como el Rey marca las distancias: la Reina de España consorte es todavía doña Sofía y Letizia es la mujer del heredero, la consorte. Ella tampoco puede ocupar sitios que no la corresponden ni intentar ser como doña Sofía.

- ¿Las infidelidades en el matrimonio han sido muchas por parte del Rey y alguna por parte de la Reina?

- ¡No, la Reina, jamás! El Rey, simplemente, es un Borbón. La Reina de Inglaterra, cuando alguien le vino con el cuento de que su marido le estaba siendo infiel, respondió algo fantástico: "casi todas las mujeres si fuesen generosas dirían a mi marido yo no le pide fidelidad, sino lealtad".

- ¿Comparten aficiones?

- No, absolutamente nada y eso tiene un riesgo: toda pareja que no comparte ni gustos ni aficiones acaba no compartiendo el lecho conyugal. Ellos son dos personas diferentes en todo, hasta culturalmente: a ella le gusta la Arqueología, con 14 años leía a Platón, su cultura musical empieza en Bach; y al Rey, que tiene una cultura cuartelera, porque se formó en las academias, le gustan las rancheras y la que más la de Lola Beltrán "Yo sigo siendo el Rey". Al Rey le gusta el deporte, la caza, los coches y las motos?, a la Reina, la literatura, la cultura, la música.

- ¿Los hijos les han salido "rana" a los reyes?

- Hombre, ellos se han casado con quien han querido, todos por amor; y don Juan Carlos y Doña Sofía no . Cristina, a lo mejor no con alguien del gusto de su padre porque entonces las monarquías aún tenían sus normas más rígidas.

- ¿Es doña Sofía el epicentro de la familia real, la que consigue mantenerla unida?

- Lo era, ¡ya no! Se ha convertido en una abuela de once nietos, está volcada en los nietos. Los hijos tienen sus vidas independientes y como cualquier madre, abuela, sufre en silencio. Seguramente hay cosas que no le gustan para ayudar a que todo funcione, todo, incluido el matrimonio de don Felipe.

- La difusión mediática del 40 cumpleaños del Príncipe, ¿podría ser indicativa de la próxima abdicación del Rey en su hijo?

- ¡No!, el año 2007 fue un año horrible para la monarquía: la quema de fotografías del Rey; la famosa portada del "Jueves"; las polémicas sobre las cacerías del Rey en Rusia; algún periodista que pidió desde su programa de radio la abdicación; lo de Anasagasti? Y parece mentira que en España una simple frase, la que le dijo al presidente venezolano, el "¿por qué no te callas?", hiciera mejorar la imagen del Rey. A la gente, le gusta que en un momento dado los tengas bien puestos y los sepas poner encima de la mesa, le encantó, dijo: ¡olé!

- ¿Se acabará la monarquía con Juan Carlos I?

- España no es un país de monárquicos, sino de "juancarlistas", ahí tienes a Carrillo. Eso tiene un riesgo: que sean mañana "felipistas" porque aquí la monarquía no es una institución consolidada todavía. Felipe tendrá que ganarse a pulso el puesto todos los días porque los méritos de su padre son personales y no hereditarios. El Rey morirá como rey, no abdicará nunca. Los reyes no abdican, como los políticos no dimiten.

- ¿Puede destacar una cualidad de cada uno de ellos?

- Don Juan Carlos es el rey y el español con más prestigio en el mundo, absolutamente. La Reina intenta seguir siendo una gran profesional, a pesar de los pesares. El Príncipe: es un hombre al que el amor le ha transformado al final. Letizia, la mujer, esa chica tan lista, que ha hecho el milagro y hay que agradecérselo.