Servicios Sociales destinó el año pasado más de 33.000 euros en conceder ayudas puntuales a familias necesitadas de la capital. La mitad se fueron en el pago del alquiler de viviendas, para lo que se abrieron 51 expedientes de los 99 tramitados en 2005. Tales ayudas «no arreglan una situación, pero pueden ayudar a salir de un bache», explican fuentes de la Concejalía.

Las ayudas de urgente necesidad se otorgaron en 94 ocasiones y se denegaron en cinco por no cumplir los requisitos. 19 recibieron ayudas en alimentos, 49 para el pago del alquiler, 10 para hacer frente a la hipoteca, cuatro para la compra de electrodomésticos, y 12 para el pago de prótesis dentales o gafas, entre otros. Una familia con tres hijos que ingrese unos 700 euros al mes y que tenga que hacer frente a la compra de unas gafas puede solicitar estas ayudas, por poner sólo un ejemplo.

La percepción del Ingreso Mínimo de Inserción (IMI) no excluye las ayudas de urgente necesidad, si bien es posible que el hecho de que esa prestación «sea más estable» haya influido en un descenso en las solicitudes de ayuda. En 2004 se solicitaron 169 ayudas, 70 más que el año pasado, reducción que, según se explica en Servicios Sociales, no es indicativa de un descenso en el número de familias necesitadas, bien porque se tramiten más IMI, bien por un aumento de casos incluídos en cada expediente. Además, el convenio con Cáritas para la atención de personas sin techo, con una dotación municipal, ha podido tener su incidencia, al no contemplarse ahora en las ayudas de necesidad el pago de alojamiento en pensiones.

A diferencia del año pasado, la mayoría de las ayudas se fueron en 2004 en gastos de alimentación.