Como todo negocio, los ávidos empresarios del regalo intentan cada año innovar, buscando como objetivo el de aquellos consumidores que quieren sorprender a sus parejas a un precio bajo para la imaginación. Aquí hacemos un recorrido por algunos de los presentes más rompedores, destinados a consolidar el amor que se festeja en San Valentín.

Si algo se ha asemejado en la última década a la modernidad, eso ha sido la irrupción de Internet en nuestras vidas. De ello habla la estadística que sitúa en pocos años la aparición de un ordenador en cada hogar español. La Red es utilizada también, cada día más, en la consecución de negocios. Con motivo de San Valentín son muchas las compañías de viajes y vuelos turísticos las que han preparado un "pack" interesante para el fin de semana previo o posterior a la celebración de San Valentín. La idea incluye destinos tradicionalmente románticos, como París, calificada como la ciudad del amor. Pero el toque romántico no acaba aquí. Algunas firmas escogen hoteles y habitaciones especialmente dotados para hacer feliz a los componentes de una pareja enamorada.

Más original, y así lo presenta una empresa en Internet, es la idea de enviar un telegrama de chocolate a tu pareja. Consiste en una caja de bombones, donde cada uno de ellos simula una letra. Hasta un total de 36 caracteres, podrás componer un mensaje de amor que, además, se puede saborear. Dicha empresa se compromete a entregarlo en un período máximo de un par de días, haciendo de este regalo, la más dulce y calórica de las sorpresas.

Para ella, la misma firma ofrece un original tanga hecho con caramelos. Se trata de una prenda en la que sus dulces componentes simulan la figura de un corazón. Consta de 300 caramelitos, y obviamente, además se puede compartir debido al azúcar que ha utilizado el fabricante como materia prima.

El ramo de rosas, y de flores en general, es uno de los presentes más socorridos. No lo es, sin embargo, la forma de presentación. Con una entrega en cualquier parte, podemos acompañar el citado ramo de colgantes, objetos de decoración e incluso de bombones. No está mal en el caso en que el ramo floral sea habitual. Lo inusual de contar con otros acompañantes debe suponer una sorpresa para la pareja, en el momento de abrir el regalo en el día de San Valentín.

Navegando por la Red, nos encontramos con otro tipo de regalos. Son habituales y cotidianos, pero el hecho de ofrecerlos ese día les impregna de un halo especial. Complementos de ropa, discos de música romántica y otros enseres son habituales. Y cada vez lo será más regalar una experiencia: ofrecer a tu pareja la oportunidad de conducir el coche de sus sueños durante un buen rato. Hay empresas que ya lo ofrecen.